Un rincón
lleno de historia
CAPILLA DE LA BLANCA |
Estamos en lo que llaman La
Plazoleta del Hospital, había aquí construcciones destinadas al servicio de
posadas y hospederías con caballerizas para el cambio de montura de los
peregrinos más afortunados. Luego un poco más adelante había un grupo de
edificaciones solariegas que daban el nombre de La Quinta, que Dña. María
Monasterio, donó para la rectoral de la Iglesia lo que figura en una placa en
la Iglesia. La finca la donó D. Tomás Marina.
Este hospital de peregrinos, se regía por unas normas muy particulares como por ejemplo
que al administrador lo elegían entre los vecinos, el día de San Silvestre que
es el último día de Diciembre.
La vivienda también está llena de
pistas de lo que debió de ser en otros tiempos, ya que se sospecha que esté
asentada sobre lo que fueron unas termas romanas, aprovechando más adelante su
base para construir el hospital. Una de las cosas que llaman la atención es la anchura de sus
muros, excepcionalmente anchos ….. o la
habitación que está justo encima de la capilla que tiene tres peldaños a
mayores del resto de la planta, porque según dicen, no puede uno dormir a menos
de 1m. y medio del Santo en altura. Y desde fuera se puede apreciar que hay una
ventana que no guarda simetría .
NUESTRA SEÑORA DE LA BLANCA |
La Capilla era un elemento más del
Hospital de Nueva, que durante el siglo
XIII, fue centro de carácter religioso y benéfico del Concejo, y entonces
desempeñaba funciones tanto de hospedería, como de hospital de “malatos” o como
casa de peregrinos.
Hoy se abre los días de fiesta
aunque su dueño José Luis Bada Sastre, aparte de mantenerla en perfecto estado,
le ha colocado una verja y entonces todo el público puede verla.
La Capilla, está adosada a la
vivienda. En el lado norte, hay una oquedad que José Luis, respetó en la última
reforma, y servía para que a través de ella, los peregrinos y enfermos,
pudieran comulgar sin necesidad de entrar en el interior de la capilla.
En la antesala hay otra oquedad que
según se creía servía para las limosnas, ya que por la otra parte, va a dar a
la cocina de la vivienda.
En
la capilla, podemos ver un retablo recién restaurado, estaba pintado todo de
negro, según contaba José Luis, porque cuando la guerra todo lo quemaban y así
consiguieron preservarlo. Estaba toda la capilla con decoraciones de frescos,
pero hoy está pintado de blanco.
LA CRUZ DE MALTA |
Luego también han ido apareciendo
distintos elementos a medida que fueron haciendo restauraciones, tales como una
hornacina en el altar, o unos pilares de piedra de origen incierto que hoy
sostienen unos jarrones. …O como la Cruz
de Malta que está grabada en el dintel de una puerta lateral. Y hay alguna que otra curiosidad, que por
respeto al dueño y habiendo dado palabra, no describiré.
ANA