Aquí trataremos tanto de oficios, como de productos, como de pequeñas construcciones ……. y así.
LA COLADA
Para explicar con exactitud el proceso que las mujeres llevaban a cabo en la operación de la Colada, debemos dividirlo en cuatro partes:
HÓRREOS
LAS SEXTAFERIAS
Los bolos forman parte del pueblo asturiano. Desde tiempos remotos, jugar a los bolos era el único divertimento que se podía practicar en los pueblos. De manera que las partidas de bolos ocupaban las tardes sobre todo de primavera y de verano, y muy especialmente los domingos y festivos.
LA COLADA
¿Quién de nosotros no tiene en su casa una lavadora? Creo que nadie, incluso tenemos en una segunda residencia, en el camping, ahora nos resulta increíble poder vivir sin ella. Se oye a algunas mujeres decir en las tiendas… bueno, yo sin la plancha... pero¡¡¡ madre mía!!! Sin la lavadora…¡¡¡imposible!!! Pues bien, no hace tanto que los usos eran bien distintos, y ya no hablo de ir a lavar al rio, al lavadero, a los manantiales… hablo de Hacer la colada.
Colada, en asturiano colá o bogá.
Para hacer la colada se disponía la ropa en una tinaja o coladero, se colocaba la ceniza y se iban echando calderadas de agua lentamente, cada vez más caliente que la anterior. Se colocaba la tina sobre una piedra circular, (yo he visto una en la casa de Cuencas, y otra en la fuente de Balmori) que tenía un canalillo, el coladeru, se ponía un saco sobre la tina con la ropa y sobre éste se echaba la ceniza con un poco de laurel. Se vertían encima tres jarros de agua templada, tres de agua caliente, tres de espumosa y tres de agua hirviendo, todos con su lejía. Se deja cocer, y luego el agua cae al coladeru y de ahí a la fuente de piedra llamada Pisón.
La Colada consiste en colar con la ropa sucia ceniza previamente hervida y convertirla en líquido, cuya operación hace que al penetrar el líquido de ceniza a través del tejido de las ropas queden éstas limpias y blancas.
¿Y cómo se realizaba el laborioso trabajo de la Colada?
Para explicar con exactitud el proceso que las mujeres llevaban a cabo en la operación de la Colada, debemos dividirlo en cuatro partes:
1ª. Cocimiento de la ceniza.
2ª. Preparación de la ropa para la colada.
3ª. Acto de la colada propiamente dicha.
4ª. Aclarado de la ropa ya colada.
COCIMIENTO DE CENIZA
La cantidad de ceniza a cocer sería proporcional a la cantidad de ropa que habría que limpiar; como ésta siempre era grande, grande tenía que ser la cantidad de ceniza a emplear y que previamente se había ido recogiendo a lo largo del año de la cocina en que ordinariamente se hacía el fuego para cocinar y que había sido colocado en un lugar de la casa llamado Cenicero.
Para poder cocer esa gran cantidad de ceniza se empleaban grandes calderas de cobre que, por sus múltiples aplicaciones, todos los hogares las tenían.
Ahora bien, para hacer hervir el agua en la caldera y en ella cocer la ceniza era necesario aplicarla un intenso y prolongado fuego, cosa que se hacía en un lugar donde no molestara el viento y donde tuviera salida el humo inmenso que se producía.
A este lugar se le llamaba vulgarmente "Lejiero" y en él hacían las coladas todas las familias del pueblo.
En general, los varones, preferentemente los mozos, eran los encargados de aportar la leña necesaria para la cocción que se iba a realizar y, en muchos casos, eran ellos también los que colocaban la caldera sobre unas grandes trébedes y depositaban en ella el agua que se precisaba, e inclusive hacían el fuego y lo atizaban hasta hacer hervir el agua.
Cuando el agua estaba en ebullición se le aplicaba la ceniza fina que se había elegido del Cenicero y se le hacía hervir hasta convertirlo en líquido llamado "cernada" que sin dejarlo enfriar se iba vertiendo sobre la ropa adecuadamente dispuesta para ser colado por ella.
PREPARACION DE LA ROPA PARA LA COLADA
Mientras se hacía la cocción de la ceniza y no lejos de la caldera, se preparaba una base de maderas que permitiera discurrir el agua que la colada iba a despedir. Sobre esa base se colocaba una gran canasta hecha de mimbres en la que se colocaba ordenadamente la ropa que se iba a lavar, que previamente había estado a remojo unas horas antes. Se empezaba por poner en el fondo la pieza más fuerte de lienzo, a continuación, las sábanas hasta terminar por apilar las prendas más finas y delicadas, que siempre eran cubiertas por otro lienzo fuerte sobre el que se echaba toda la "cernada" y al que se denominaba "cernadero".
ACTO DE LA COLADA PROPIAMENTE DICHA
Este trabajo era muy corto, pero había que hacerlo con mucha precaución, porque sencillamente consistía en coger con un cubo el líquido cenizoso de la caldera en ebullición y colocarlo sobre la ropa acondicionada de la canasta, operación que se tenía que repetir cuantas veces fuera necesaria hasta dejar vacía y limpia la caldera. Y se dice vacía y limpia porque la ceniza que quedaba cocida y en forma pastosa, también debía extenderse sobre la ropa.
Durante toda esta operación el líquido cenizoso iba penetrando a través de toda la ropa acondicionada en la canasta y por el entretejido de los mimbres caía hasta el suelo donde era canalizado por las maderas colocadas previamente discurriendo a un lugar determinado donde se deposita sin causar molestias ni perjuicios.
Para cuando este trabajo ha terminado también se ha acabado el día y, llegada la noche, las mujeres, en este caso las mozas, lo dan por terminado, dejando la labor en estas condiciones hasta el día siguiente en el que han de madrugar para realizar el aclarado de toda la ropa.
Pero no solía terminar esta penosa tarea sin algún rato de alegría y algazara. Porque los mozos casaderos del pueblo, al acercarse la época de hacer las coladas se preocupaban por averiguar cuándo iban a hacer la colada las mozas con las que les interesaba sostener alguna relación amorosa, o al menos con las que querían pasar un tiempo distraído y divertido en su compañía.
Conocedores, por tanto, de la marcha que llevaban los trabajos de la colada que realizaban las mozas interesadas, se juntaban tantos mozos como mozas había empleadas en la faena y, antes de que éstas la terminaran, se presentaban en el lugar con el pretexto de ayudarlas en los últimos trabajos.
Si las mozas recibían la visita con agrado, los chicos se deshacían en atenciones para con ellas ofreciéndose a hacer todo lo que ellas ordenaban para terminar el trabajo. Acabado éste empezaba el festín, porque uno de los mozos iba en busca de patatas de buena calidad, de las llamadas del "riñón", para asarlas a la brasa, otro mozo se las ingeniaba para conseguir torta o "resgada" recién cocida en el horno cercano para realizar la merienda y al mismo tiempo se conseguía la sal y el aceite sin olvidar el vino necesario, que se traía de la taberna en aquellos porrones típicos de cristal.
Una vez que las mozas daban por terminada la faena, los mozos retiraban del fuego las grandes calderas y las fuertes trébedes que las sostenían y las colocaban en un lugar donde no sufrieran golpes, ya que al estar muy calientes con cualquier golpecillo podía producirse un agujero.
Se colocaban entonces las patatas entre las brasas y la ceniza para que se fueran asando en muy pocos minutos y mientras, se improvisaba una mesa sobre la que se servían las patatas, una vez asadas, la sal y el aceite para sazonarlas, presidiendo siempre el porrón de vino.
Todo esto se hacía a la tenue luz de un candil de aceite o de petróleo, o del "carburo" que era el medio de iluminación de aquellos años, antes de la instalación de la luz eléctrica. Se creaba un ambiente favorable para la intimidad, para contar chistes o anécdotas atrevidas que en aquel plan a todos agradaban.
Una vez asadas las patatas y la cuadrilla con ganas de comer, sin pérdida de tiempo, cada uno coge la patata que mejor le parece y abriéndola por el centro que está hecho harina y vaporeando de calor, la espolvorea de sal y la echa un chorrito de aceite que, disuelto se filtra por todo el interior de la patata, quedando apunto para irla comiendo con trozos de torta y tragos del vino fresco en porrón. Resultaba una merienda agradable en todos los sentidos.
En ese ambiente de alegría, risas y algazara que servía de descanso tras las duras tareas de la colada, se pasaba gran parte de la velada hasta bien entrada la noche en que se daba por terminada la reunión para irse cada uno a su casa, claro que los mozos gentilmente acompañaban a todas las mozas hasta la puerta de la suya. Y así terminaba el día de la Colada.
EL LAVADO DE LA ROPA
A la mañana siguiente, de madrugada, las mozas lavanderas se presentaban en el "lejiero" para retirar las ropas de la gran canasta y transportarlas al lavadero llamado "La Presa".
Colocada la ropa en montones en los lugares elegidos preparados con telas fuertes y los "rodilleros" y junto a ellos los baldes de cinc, se iban a casa a desayunar para reemprender luego la tarea del lavado de la ropa.
Reanudada la tarea, mientras las unas van lavando la ropa, otra de las lavanderas va extendiendo las piezas sobre el césped para que las dé el sol. Antes de que el sol secara por completo la ropa, las lavanderas se apresuran a regarla con agua clara, utilizando un cubo o balde lleno de agua y sujetándole con una mano, con la otra se extendía el agua sobre la ropa tendida en el suelo. Esta operación se hacía varias veces al día, pero por la tarde se recogía toda la ropa para volverla a aclarar en el lavadero. Después se colocaba sobre cuerdas o alambres para que se secara cuanto antes. Si el sol aparecía con fuerza, pronto estaba lista para poder recogerla y después de planchada, guardarla en el arca o en el armario.
Esta es la descripción que hace Amancio Arce Alonso sobre como hacían la colada las amas de casa de antaño en un pueblo de Burgos.
En Asturias esta faena se solía llevar a cabo en la antojana de las viviendas, o en el zaguán o estragal. Se utilizaba la conocida tina, recipiente de madera en forma de media cuba, pero en alguna zona de Asturias también se usaban otros utensilios especiales, como la corteza cilíndrica de un tejo (en Cabrales), pero el más significativo era un pequeño barril de tres capas y con un orificio inferior.
¿Qué os ha parecido este laborioso trabajo? Y aun diremos que las lavadoras son caras.
Lucía
HÓRREOS
Los hórreos son construcciones tan vinculadas a la vivienda asturiana del campo, que se pueden considerar parte de la misma vivienda.
Según el diccionario un hórreo es una “edificación de madera, en Asturias cuadrada, cubierta a cuatro aguas, aislado, sostenido en el aire por cuatro pilares, en el que se guardan granos y productos agrícolas”
Un hórreo es una construcción destinada a guardar y conservar los alimentos alejados de la humedad, (estamos en una región lluviosa) y de los animales para mantenerlos en un estado óptimo para su consumo. Se caracteriza por mantenerse levantado sobre pilares para evitar la entrada de humedad y de animales (especialmente ratones y otros roedores) desde el suelo y por permitir la ventilación a través de ranuras en las paredes perimétricas.
Algunas veces el hórreo se convierte en una prolongación de la casa, no solo como almacén para guardar y preservar los frutos de la cosecha, sino que también se recurre a él como dormitorio circunstancial, (mándolu a dormir al hórreo).
Aparte de la principal función de despensa, en él se curan los productos cárnicos de la matanza, se guardan los frutos secos, las manzanas, las patatas, las legumbres y el grano, cuando alguno de estos productos requiere un secado previo se trenzan riestras, o haces y se cuelgan en los “gabitos” (Gancho de madera donde se cuelgan utensilios) en el corredor. La utilización como dormitorio ocasional ha sido y es habitual, así como para guardar los arcones con la ropa y también para tender la colada a secar. El espacio inferior sirve como cobertizo para guardar el carro (ahora el coche), y los aperos de labranza, si entre los “pegollos” (pie o soporte del hórreo) se cierra con paredes puede usarse como pocilga.
En la mayor parte de Asturias el hórreo se cubre con tejas, a veces con paja o con pizarra. El tipo de madera usada para su construcción es el roble, y no se utilizan clavos, sino que se ensamblan las distintas piezas.
Los pies sobre los que se asienta el edificio se llaman pegollos, y las piedras cuadradas que están encima sobre las que se asientan las maderas son las muelas (Piedra que va en la parte superior del pegollu o piollu del hórreo). Las vigas fundamentales se llaman través. Las tablas colocadas perpendicularmente sobre ellas, unidas en forma de pared,colondras.Las otras vigas transversales que están sobre ellas, liños.Los cuartones transversales, también sobre estas, tocas, porque las cubren. Las vigas paneras, sobre las que se apoya la cubrición.Las que se unen con ellas, el encuentro.Gatos,los que traban y agarran unas partes con otras. Luego están los aguilones,(cuatro) y la filera (viga de poco grueso) que corre por todo el medio de la cubrición. y las tijeras, que son tornapuntas que van desde el apice a los costados. Las viguetas que corren por bajo, los cabríos. Tercias y cabríos son las tablas de la cubrición. Las alas es la parte inferior del tejado. Los cabríos apoyan sobre otras viguetas o pontones donde caen las tejas y que se llaman agujeros o aguaderos. Vigazon es la viga inferior que va de trabe a trabe para sostener los puentes, (que son las tablas del suelo) y cadenas (las viguetas que con el fin de tejer el suelo van en sentido contrario).Tenovia es el tablón que sirve de subidera desde la escalera al hórreo.
Con esto creo que no se me queda ninguna de las partes un hórreo.
En Asturias los hórreos son parte del paisaje, y están protegidos, como no tienen clavos, sinó que sus piezas encajan unas con otras se pueden trasladar (en el caso de querer edificar por ejemplo en la finca donde se encuentra)
Algunos están muy decorados, pero otros son de una sencillez total. Podemos realizar una excursión al centro de interpretación del hórreo que se encuentra en Bueño, donde nos encontraremos con una extensa documentación sobre hórreos.
En Asturias hay aproximadamente unos 20000 horreos, censados y catalogados
LAS SEXTAFERIAS
La institución de las sextaferias tiene un gran arraigo en Asturias y consistía en una carga vecinal para la conservación y reparo de los caminos públicos, dedicándose a ello el sexto día de la semana en todos los concejos asturianos.
Se definía como “el trabajo colectivo de un vecindario para componer las vías públicas, que se verificaba el viernes de cada semana”
Otros las definen como “prestación personal que deben los vecinos para arreglo de los caminos” y el Reglamento de Sextaferias de 1839 las llama “Reuniones periódicas y vecinales de costumbre inmemorial y nunca interrumpidas (hasta hoy) para reparar los caminos públicos, y conservarlos en buen estado y construir de nuevo los que la conveniencia publica reclame”. La utilidad de esta institución es evidente, incluso hoy, algunos pueblos (Celorio por ejemplo hace unos años las realizó) siguen realizando sextaferias para el bien común, aunque puntualmente.
SEXTAFERIA POR LA CELADA |
Jovellanos en su “informe sobre la ley Agraria “las justifica por la mayor necesidad de caminos públicos de uso común en los lugares donde la población está dispersa, como en Asturias, que hace necesario conservar estos caminos para poder ir al mercado, a la iglesia acudir al médico etc.
No faltaron los abusos en el desarrollo de esta institución colectiva, pues aunque el reglamento obliga por igual, los propietarios no residentes, el clero y algún otro caso eludían estas tareas. También había desigualdades, algunos (que lo tenían) acudían con su carro, valorándose más su trabajo; se quejaban los que vivían lejos, pues tenían que madrugar mucho más que los que vivían más cercanos.
De entre concejos también variaba la reglamentación, en algunos no podían acudir representando a la familia menores de 14 años. Otros decían que tenía obligación de ir todos los que constituyan hogar, sea vecino o no, en algún concejo había exenciones, el alguacil los ancianos, las viudas…
Las Ordenanzas Generales del Principado de Asturias de 1781 regulan de manera precisa y detallada las sextaferias:
Cada vecino debía emplear medio día útil cada semana.No hay excepciones salvo los clérigos (tenían que concurrir por criado o jornalero).
Cada domingo, al terminar la misa, se anunciaban públicamente el señalamiento del día y sujetos que han de trabajar la semana siguiente. En 1839 se formó y aprobó por la Diputación Provincial de Asturias el nuevo reglamento de sextaferias para la construcción y reparación de caminos y puentes de Oviedo.
Actualmente la sextaferia se encuentra regulada por la Ley de Régimen Local de 1955.
SOBRE BOLOS Y BOLERAS
Los bolos forman parte del pueblo asturiano. Desde tiempos remotos, jugar a los bolos era el único divertimento que se podía practicar en los pueblos. De manera que las partidas de bolos ocupaban las tardes sobre todo de primavera y de verano, y muy especialmente los domingos y festivos.
La bolera llegó a convertirse en el lugar de encuentro donde se encontraban desde los mayores del pueblo, hasta los niños.
Más adelante, a mediados del siglo XX, se le hizo” deporte” y entonces traspasó fronteras. Con ello, aquí pasó que en lugar de darle un impulso al juego, pues que fue decreciendo, decreciendo, hasta que hoy se ha perdido esa costumbre en la mayoría de los pueblos.
En Celorio, había primero una bolera pasando la vía del tren, -que yo me acuerde claro, porque habría alguna anterior seguro o más de una - allí en un claro del bosque. Me acuerdo perfectamente de cómo era aunque yo no debía de ser más que una mocosilla de pocos años, pero hay cosas que sin saber por qué, te quedan grabadas . Y esta es una de ellas.
Íbamos allí mayores y pequeños , con mi abuelo al que le gustaba tanto jugar a bolos y charlar, sobre todo le gustaba charlar con todo el mundo y mucho rato. Entonces aquello a mí me parecía lo mejor. Para empezar, era una excursión, para lo cual se hacía imprescindible ir cantando hasta llegar, lo que ya era divertidísimo.
Recuerdo también que allí estábamos como os decía mayores y pequeños, y jugaban mujeres y hombres, lo único que acercaban los bolos cuando eran mujeres las que jugaban, me parece.
Ayudaban los chavalillos a colocar los bolos o a ir por las bolas. Y sobre todo….. aquél sonar la madera de la bola con los bolos o la madera de los bolos contra los bolos, un ruido tan cálido que todavía lo oigo.
Después trasladaron la bolera al Papimba, y allí íbamos también a pasar tardes enteras, ya no era lo mismo porque el trozo de excursión y canciones, ya no se hacía claro, esto quedaba en el centro del pueblo y también se echaba de menos la frondosidad, pero bueno, también tengo muy buenísimos recuerdos de esta otra bolera.
Y así se sabía de los vecinos, charlabas un rato, te divertías y en definitiva hacía las funciones de lo que hoy llaman “centro cívico”.
Luego pasó que nos hicimos cada uno a lo suyo y cada uno en su casa, y casi no sabemos charlar por charlar, ni sabemos quién necesita ayuda o cómo le va al chaval del vecino o si tu otra vecina por fin encontró trabajo. Será que tiene que ser así, o por lo menos así parece que lo queramos
Me gustan las boleras de los pueblos y más cuando las veo gastadas del uso, inmediatamente me dan una idea del pueblo y sus gentes, me los imagino allí de cháchara y de reunión y campeonatos. Será por aquellos recuerdos de los que os hablaba…. será.
ANA
LA CASTAÑA – LAS “CUERRES”
Ya que acabamos de preparar nuestro “amagüestu”, vamos a hablar de las castañas, esas como las que nos comimos el otro día. La castaña es un fruto que ofrece dificultades para el almacenamiento. Por un lado está el riesgo de que se seque demasiado pronto y por otro, hay que evitar de todas todas que la ataquen los gusanos, lo que no es fácil. Y por si esto fuera poco, luego tienes que ponerlo en sitios donde ni los roedores ni los animales más grandes hagan de las suyas.
En Asturias, y como no en nuestra zona, se construían unos círculos de piedras, aquí llamados “cuerres”, casi siempre alrededor de un castaño, en el que se metían las castañas con el erizo. De esta manera, se producía una fermentación que impedía que los gusanos atacaran al fruto. La castaña así almacenada, se mantenía en buenas condiciones durante varios meses, y generalmente a salvo de los ataques de los jabalíes. Las “cuerres”, no tenían puerta, sino unas losas que sobresalían a modo de peldaños de escalera, para que las personas pudieran subir y saltar dentro.
Anteriormente a todo esto, nuestros antepasados, trataban de preservar este fruto durante el mayor tiempo posible ya que era muy importante en su dieta. En algunas ocasiones, se sabe que almacenaban las castañas sin erizo, en grandes tinajas. Todas las semanas se secaban con un trapo, para quitarles “el sudado” y así duraban de octubre a mayo.Luego hacían harina con ellas, pero había problemas con los parásitos, de modo que en algunos sitios, empezaron a secarlas mediante el calor de la chimenea. Luego esa castaña completamente dura y seca, se molía.
Con respecto a los gusanos de las castañas, me he informado que son unos insectos de dos clases distintas. Los unos ponen sus huevos sobre las castañas y los otros lo hacen sobre las hojas del árbol. Las larvas de ambos penetran en el fruto desarrollándose en su interior y los adultos emergen cuando las castañas caen al suelo ya maduras. Dicen que combatir estas plagas es muy difícil.
En Asturias, y como no en nuestra zona, se construían unos círculos de piedras, aquí llamados “cuerres”, casi siempre alrededor de un castaño, en el que se metían las castañas con el erizo. De esta manera, se producía una fermentación que impedía que los gusanos atacaran al fruto. La castaña así almacenada, se mantenía en buenas condiciones durante varios meses, y generalmente a salvo de los ataques de los jabalíes. Las “cuerres”, no tenían puerta, sino unas losas que sobresalían a modo de peldaños de escalera, para que las personas pudieran subir y saltar dentro.
Anteriormente a todo esto, nuestros antepasados, trataban de preservar este fruto durante el mayor tiempo posible ya que era muy importante en su dieta. En algunas ocasiones, se sabe que almacenaban las castañas sin erizo, en grandes tinajas. Todas las semanas se secaban con un trapo, para quitarles “el sudado” y así duraban de octubre a mayo.Luego hacían harina con ellas, pero había problemas con los parásitos, de modo que en algunos sitios, empezaron a secarlas mediante el calor de la chimenea. Luego esa castaña completamente dura y seca, se molía.
Con respecto a los gusanos de las castañas, me he informado que son unos insectos de dos clases distintas. Los unos ponen sus huevos sobre las castañas y los otros lo hacen sobre las hojas del árbol. Las larvas de ambos penetran en el fruto desarrollándose en su interior y los adultos emergen cuando las castañas caen al suelo ya maduras. Dicen que combatir estas plagas es muy difícil.
CUERRE
LAS ALGAS - EL OCLE
- INTRODUCCIÓN
Durante siglos, las gentes que viven en las zonas costeras, han sabido aprovechar aquéllos “regalos” que con los temporales, el mar ha ido depositando en sus playas, tales como:
- ANIMALES.- Que siempre se han aprovechado para la alimentación o para sustraer su grasa, e incluso hubo un tiempo en el que también se aprovechaba su piel para vestidos.
- MADERAS.- Que deposita el mar cuando le llegan de los ríos aquellas cantidades de troncos, raíces y ramas. Como ejemplo, el año pasado el Ayuntamiento de Ribadesella apiló montones enormes de madera, que el río Sella depositó al mar con la última riada, y luego convocó a los vecinos para que se sirvieran de esa leña para su uso en chimeneas y cocinas.
- ALGAS.- Las trae el mar a las playas, con las mareas vivas normalmente ya en septiembre y durante prácticamente todo el invierno. Las algas no sólo proporcionan alimento a numerosas especies de animales, sino que también son recogidas por el hombre para usarlas como abono en sus cultivos, para venderlas con destino a la industria farmacológica y cosmética, y también como base para preparar ciertos alimentos.
De modo que así vemos como el hombre en todo tiempo ha sabido aprovechar los recursos que la naturaleza le ha ido “regalando”. Dicho sea de paso, he de decir que nunca hemos despreciado tanto estos “regalos” como hoy en día, que parece que todo nos sobrara.
Las algas, como ya he dicho, vienen a nuestras costas arrancadas de las rocas por el mar, con las mareas vivas o bien en bancos que no necesariamente están pegados a las rocas. Viven sobre las rocas en la zona litoral, permanentemente sumergida. Desarrolla las mejores poblaciones en los lugares más expuestos al oleaje. No sólo llega a las costas de Asturias, también llegan a Cantabria, País Vasco, Galicia, aunque no siempre es la misma especie. Es pues la costa Cantábrica la principal zona productora de agar en Europa.
Nos vamos a centrar en nuestra costa y más en concreto en nuesro pueblu “Celoriu”. El alga que nos llega a Celoriu tiene como nombre científico “Gelidium sesqiopedale", del que se extrae el agar agar.
Las algas, como ya he dicho, vienen a nuestras costas arrancadas de las rocas por el mar, con las mareas vivas o bien en bancos que no necesariamente están pegados a las rocas. Viven sobre las rocas en la zona litoral, permanentemente sumergida. Desarrolla las mejores poblaciones en los lugares más expuestos al oleaje. No sólo llega a las costas de Asturias, también llegan a Cantabria, País Vasco, Galicia, aunque no siempre es la misma especie. Es pues la costa Cantábrica la principal zona productora de agar en Europa.
Nos vamos a centrar en nuestra costa y más en concreto en nuesro pueblu “Celoriu”. El alga que nos llega a Celoriu tiene como nombre científico “Gelidium sesqiopedale", del que se extrae el agar agar.
- AGAR AGAR
La palabra agar viene del malayo "agar-agar", que significa jalea. Es una gelatina vegetal de origen marino, esta gelatina es un polisacárido (1). Hay varias clases de agar:
- Industrial
- Bacteriológico
- Agaroso (el más selecto)
Hubo un tiempo en el que había en abundancia otro tipo de alga en Celoriu, se llamaba “Laminaria saccoriza polyschides”, pero ya la hemos echado de menos hace unos años. En los últimos días, sin embargo, han aparecido en la playa de Cuevas del Mar (Nueva) ejemplares jóvenes de ésta alga, de modo que aún nos queda la esperanza de que no esté al borde de la extinción. Los científicos que habían achacado su desaparición al calentamiento de las aguas del Cantábrico, tendrán que verificar nuevamente su hipótesis.
(1) Polisacárido: nombre genérico de los glúcidos formados por condensación de varias moléculas de azúcar como el almidón y la celulosa, sin ramificaciones , obtenidos de la pared celular de varias especies de algas de los géneros Gelidium. Euchema y Gracilaria entre otros, resultando según la especie de un color característico.
- CARACTERÍSTICAS
Esta alga tiene su origen en los mares del sur de África, es incoloro, insípido y absorbe agua en cantidades de 200 y 300 veces su peso, formando una gelatina. Es precisamente su poder gelificante su gran baza.
- ALIMENTACIÓN
El agar agar se usa en la producción de gelatinas, también en la fabricación de gominolas. Es una alternativa a la gelatina animal, para aquellos que llevan una alimentación vegetariana. Las algas, ofrecen un gran número de posibilidades en cuanto a su uso, aunque en España no tenemos la costumbre de utilizarla como alimento. Es Corea el mayor consumidor. En Japón, por ejemplo, en el año 600 a.C. Sze Teu escribió: “las algas son un delicioso manjar para los huéspedes más respetables, incluso para el mismo rey”.
- FERTILIZANTE
Ya he dicho anteriormente que las algas se han usado desde muy antiguo en los pueblos costeros, como abono y estabilizante del suelo. Algunas algas de arribazón, se usan también en cultivos de patatas, alcachofas, cítricos, orquídeas y pastos. Se usan también para corregir el ph de los suelos ácidos.
- GOMAS INDUSTRIALES
Son una amplia gama de productos que se extraen de las algas y cuya viscosidad los convierte en una serie de compuestos empleados por la industria cosmética, farmacéutica y alimentaria, no como alimento, sino como aditivo.
- MEDICINAL
Durante mucho tiempo, se han utilizado algas como remedio a muchas enfermedades: tuberculosis, gripes, lombrices, artritis. El agar agar puede constituir un buen laxante, dificulta la reabsorción de colesterol, es adecuado en dietas de control de peso, aporta ácido fólico, magnesio e yodo.
- NUESTRA HISTORIA
De siempre se recogió el ocle aquí en nuestra tierra. Ya nuestros abuelos lo mezclaban con abono orgánico para sus cultivos. A finales de los 50 y principios de los 60, comenzó la demanda. Todo empezó a través de unos marineros de Niembru, que habían contactado con un empresario de Bilbao al que le interesaba éste producto. Por vecindad, en Celoriu también se empezó a recoger, pero aquí cogían el ocle que salía a las playas. Luego lo secaban en sus “praos” y una vez bien seco, lo metían en sacas que luego cosían y las mandaban en el tren a Bilbao.
Más tarde, entre mediados de los 60 y los 70, se empezaron a agrupar en cuadrillas o también por familias, así era mucho más llevadero. Aportaban sus útiles de labranza, normalmente ganaderos y agricultores, tenían carros y animales y luego aportaban también sus fincas para el secado. Era un trabajo totalmente manual.
Fue pasando el tiempo y en el tramo que va de los 70 a los 90, se fue cambiando el carro por tractores, por ejemplo, las palas manuales por las mecánicas y las praderas por las volteadoras. Hoy, se sigue recogiendo, pero ya con unos medios mecánicos importantes.
En cuanto a la economía, he de decir que hubo sus altibajos. Hoy como decía, trae cuenta siempre y cuando se disponga de medios mecánicos, ya que hay que sacar mucha cantidad para que compense. Si fuera manual, no cabe duda de que sería menos rentable, pero aún así, todavía hay algún vecino que así lo trabaja, de modo que sobre este tema, también habría mucho que hablar.
Más tarde, entre mediados de los 60 y los 70, se empezaron a agrupar en cuadrillas o también por familias, así era mucho más llevadero. Aportaban sus útiles de labranza, normalmente ganaderos y agricultores, tenían carros y animales y luego aportaban también sus fincas para el secado. Era un trabajo totalmente manual.
Fue pasando el tiempo y en el tramo que va de los 70 a los 90, se fue cambiando el carro por tractores, por ejemplo, las palas manuales por las mecánicas y las praderas por las volteadoras. Hoy, se sigue recogiendo, pero ya con unos medios mecánicos importantes.
En cuanto a la economía, he de decir que hubo sus altibajos. Hoy como decía, trae cuenta siempre y cuando se disponga de medios mecánicos, ya que hay que sacar mucha cantidad para que compense. Si fuera manual, no cabe duda de que sería menos rentable, pero aún así, todavía hay algún vecino que así lo trabaja, de modo que sobre este tema, también habría mucho que hablar.
OCLE
CEMENTERIOS
La palabra cementerio viene del griego, y significa dormitorio, y es que para los católicos los difuntos duermen hasta el día del juicio final. La veneración de los restos humanos y de la tumbas está unido a tradiciones muy antiguas. El enterramiento del cadáver humano se remonta a la edad más remota de la historia humana
Antiguamente se enterraba en tierra, y en las iglesias se enterraban los principales y los habitantes de los monasterios hasta que una epidemia de fiebre amarilla obligó a promulgar unas normas sobre enterramientos, pues en la antigua Roma, por ejemplo, los muertos se enterraban en sus casas, obligando a los vivos a convivir con la infección de los cadáveres. Luego se prohibió, y se extendieron esas prohibiciones también a quemar o enterrar en el recinto de Roma, y se crearon las ciudades de los muertos. Los antiguos pueblos cristianos, tenían por costumbre enterrar fuera de las ciudades. Francia fue la primera en decretar la prohibición de enterramientos en las iglesias.
En España, la orden de construirse los cementerios fuera del poblado para quitar la costumbre insalubre de enterrar en las iglesias data del año 1773, y en 1787 Carlos III obligó a cumplir con esta disciplina de uso y la construcción de los cementerios según lo dispuesto en el Ritual romano, y mandando que fuera gradualmente aplicándose mientras no se construyeran los cementerios rurales, y recomendando que se realizaran los enterramientos con suficiente profundidad para que no se propagaran los miasmas que despiden los cadáveres y sus despojos. Carlos IV, en 1804, dictó varias medidas para activar la construcción de los cementerios extramuros.
El primer cementerio que se construyó bajo auspicio real, anejo a un lugar muy concurrido por su cercanía a la Corte y financiado por el erario real, fue el cementerio del Real Sitio de San Ildefonso.
En el Reglamento de 8 de abril de 1833 se determinaba que “los cementerios sean construidos con fondos municipales aunque su custodia seguirá correspondiendo a las autoridades eclesiásticas”.
Antiguamente se enterraba en tierra, y en las iglesias se enterraban los principales y los habitantes de los monasterios hasta que una epidemia de fiebre amarilla obligó a promulgar unas normas sobre enterramientos, pues en la antigua Roma, por ejemplo, los muertos se enterraban en sus casas, obligando a los vivos a convivir con la infección de los cadáveres. Luego se prohibió, y se extendieron esas prohibiciones también a quemar o enterrar en el recinto de Roma, y se crearon las ciudades de los muertos. Los antiguos pueblos cristianos, tenían por costumbre enterrar fuera de las ciudades. Francia fue la primera en decretar la prohibición de enterramientos en las iglesias.
En España, la orden de construirse los cementerios fuera del poblado para quitar la costumbre insalubre de enterrar en las iglesias data del año 1773, y en 1787 Carlos III obligó a cumplir con esta disciplina de uso y la construcción de los cementerios según lo dispuesto en el Ritual romano, y mandando que fuera gradualmente aplicándose mientras no se construyeran los cementerios rurales, y recomendando que se realizaran los enterramientos con suficiente profundidad para que no se propagaran los miasmas que despiden los cadáveres y sus despojos. Carlos IV, en 1804, dictó varias medidas para activar la construcción de los cementerios extramuros.
El primer cementerio que se construyó bajo auspicio real, anejo a un lugar muy concurrido por su cercanía a la Corte y financiado por el erario real, fue el cementerio del Real Sitio de San Ildefonso.
En el Reglamento de 8 de abril de 1833 se determinaba que “los cementerios sean construidos con fondos municipales aunque su custodia seguirá correspondiendo a las autoridades eclesiásticas”.
Lucía
CEMENTERIOS LOS DÍAS 1-2 DE NOVIEMBRE
En estos días nuestros amigos han estado limpiando y
adecentando nuestro cementerio de Celorio, para que luzca bonito el día de los
difuntos. Creo que a estas alturas ya sabréis que como nos han contado ha
habido un pequeño desastre en una de las capillas de nuestra iglesia, que en
breve será arreglado.
Se engalanan los camposantos de todos los pueblos de España para un día, sólo un día, la mayoría de nosotros siempre estamos tan ocupados que no podemos dedicar más de un día a nuestros muertos.
El día de Todos los Santos es una tradición católica instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles. En diversos lugares del mundo se celebra la tradición de honrar y traer a la memoria a las personas que han muerto. En España, dentro de la tradición católica, se realiza una visita a donde yacen los seres queridos. Es el día del año en que más flores se venden.
La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamada Día de Muertos o Día de Difuntos, es una celebración que tiene lugar el día 2 de noviembre, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
Como a efectos de trabajo, el día 1 Todos los Santos es festivo, y el día 2 conmemoración de los fieles difuntos no es festivo, pues la gente ha unido las dos fechas y peregrinan a los cementerios el día 1, bueno eso antes, pues en los últimos años se han extendido a toda la semana y de paso, si hay puente pues podemos honrar a todos los que han fallecido en nuestras familias, esté el cementerio más cercano o más alejado.
La práctica religiosa hacia los difuntos es sumamente antigua. El profeta Jeremías en el Antiguo Testamento dice: "en paz morirás. Y como se quemaron perfumes por tus padres, y los que te precedieron, así los quemarán por ti, y con el « ¡ay, señor! te plañirán". A su vez en el libro 2° de los Macabeos está escrito: "Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados", y siguiendo esta tradición, en los primeros días de la Cristiandad se escribían los nombres de los hermanos que habían partido en la díptica, que es un conjunto formado por dos tablas plegables, con forma de libro, en las que se acostumbraba a anotar en dos listas pareadas los nombres de los vivos y los muertos por quienes se había de orar.
Aparte de lo antigua que resulte esta tradición, es un momento del año para recordar (aunque yo soy de la opinión que se les recuerda todos los días del año) a aquellos que nos dejaron. Bien con flores, bien con oraciones o con nuestra presencia en los cementerios. Que lucen así de bonitos.
Como yo soy una enamorada de los cementerios (reminiscencia de la poesía del romanticismo) me vais a permitir que estos días os muestre alguna fotografía de los cementerios que visite. Ya, ya sé que alguno os parece macabro, pero están tan bonitos.
Se engalanan los camposantos de todos los pueblos de España para un día, sólo un día, la mayoría de nosotros siempre estamos tan ocupados que no podemos dedicar más de un día a nuestros muertos.
El día de Todos los Santos es una tradición católica instituida en honor a todos los santos, conocidos y desconocidos, según el papa Urbano IV, para compensar cualquier falta a las fiestas de los santos durante el año por parte de los fieles. En diversos lugares del mundo se celebra la tradición de honrar y traer a la memoria a las personas que han muerto. En España, dentro de la tradición católica, se realiza una visita a donde yacen los seres queridos. Es el día del año en que más flores se venden.
La Conmemoración de los Fieles Difuntos, popularmente llamada Día de Muertos o Día de Difuntos, es una celebración que tiene lugar el día 2 de noviembre, cuyo objetivo es orar por aquellos fieles que han acabado su vida terrenal y, especialmente, por aquellos que se encuentran aún en estado de purificación en el Purgatorio.
Como a efectos de trabajo, el día 1 Todos los Santos es festivo, y el día 2 conmemoración de los fieles difuntos no es festivo, pues la gente ha unido las dos fechas y peregrinan a los cementerios el día 1, bueno eso antes, pues en los últimos años se han extendido a toda la semana y de paso, si hay puente pues podemos honrar a todos los que han fallecido en nuestras familias, esté el cementerio más cercano o más alejado.
La práctica religiosa hacia los difuntos es sumamente antigua. El profeta Jeremías en el Antiguo Testamento dice: "en paz morirás. Y como se quemaron perfumes por tus padres, y los que te precedieron, así los quemarán por ti, y con el « ¡ay, señor! te plañirán". A su vez en el libro 2° de los Macabeos está escrito: "Mandó Juan Macabeo ofrecer sacrificios por los muertos, para que quedaran libres de sus pecados", y siguiendo esta tradición, en los primeros días de la Cristiandad se escribían los nombres de los hermanos que habían partido en la díptica, que es un conjunto formado por dos tablas plegables, con forma de libro, en las que se acostumbraba a anotar en dos listas pareadas los nombres de los vivos y los muertos por quienes se había de orar.
Aparte de lo antigua que resulte esta tradición, es un momento del año para recordar (aunque yo soy de la opinión que se les recuerda todos los días del año) a aquellos que nos dejaron. Bien con flores, bien con oraciones o con nuestra presencia en los cementerios. Que lucen así de bonitos.
Como yo soy una enamorada de los cementerios (reminiscencia de la poesía del romanticismo) me vais a permitir que estos días os muestre alguna fotografía de los cementerios que visite. Ya, ya sé que alguno os parece macabro, pero están tan bonitos.
BATÁN
Había, dicen en Asturias , a mediados del siglo XVII, más de 200. Hoy están casi todos en ruinas. Según he podido leer, los batanes funcionaban desde los meses de febrero hasta junio. Durante el verano permanecían cerrados porque el río no tenía suficiente agua para su accionamiento y en invierno no se podía utilizar porque era muy difícil el secado de las mantas. En "El Quijote" aparecen los batanes, como un instrumento habitual.
Era una máquina destinada a transformar unos tejidos abiertos en otros más tupidos. Funcionaba por la fuerza de la corriente del agua. Se cree que la difusión de los batanes fue posterior a la de los molinos. Los construían siempre a la vera de los ríos y tenían la misma estructura que los molinos, con su canal, con la pequeña presa. Unos mazos iban golpeando las mantas. Mientras había otro canalillo que llevaba un poco de agua hasta la cuba para que las mantas estuvieran mojadas. Era de madera de roble. Lo que allí se hacía era, lavar y secar la lana, y luego la cardaban. Una vez hecho este primer trabajo hacían las madejas y después ya con el huso, se iban transformando en ovillo. Para terminas las hilanderas utilizaban sus telares para tejer las mantas, las colchas.
Cuentan que el proceso entero llevaba entre 24 y 30 horas. Entonces lo que pasó fue que al salir cara la mano de obra, fue dejándose su uso. Este fue uno de los principales motivos de la desaparición de los batanes.
Era una máquina destinada a transformar unos tejidos abiertos en otros más tupidos. Funcionaba por la fuerza de la corriente del agua. Se cree que la difusión de los batanes fue posterior a la de los molinos. Los construían siempre a la vera de los ríos y tenían la misma estructura que los molinos, con su canal, con la pequeña presa. Unos mazos iban golpeando las mantas. Mientras había otro canalillo que llevaba un poco de agua hasta la cuba para que las mantas estuvieran mojadas. Era de madera de roble. Lo que allí se hacía era, lavar y secar la lana, y luego la cardaban. Una vez hecho este primer trabajo hacían las madejas y después ya con el huso, se iban transformando en ovillo. Para terminas las hilanderas utilizaban sus telares para tejer las mantas, las colchas.
Cuentan que el proceso entero llevaba entre 24 y 30 horas. Entonces lo que pasó fue que al salir cara la mano de obra, fue dejándose su uso. Este fue uno de los principales motivos de la desaparición de los batanes.
BATÁN |
LOS CALEROS
Eran construcciones en piedra, generalmente de forma
cilíndrica, y suelen tener unos tres metros de alto. Su finalidad era producir
cal viva por calcinación de la roca caliza, si no lo entendí mal, un día que nos
lo explicó creo que se llamaba Miguel, allá por los montes de Cabrales.
Funcionaban como los hornos, se los atizaba bien con leña para que alcanzaran
por lo menos los 800º de temperatura y luego le echaban piedras de caliza hasta
que se iban deshaciendo.
CALERO EN NUEVA |
La cal era súper importante en el pasado, se usaba para muchas
cosas, entre otras para la elaboración del azúcar al trasformar la
remolacha, la depuración de la sal, el curtido de pieles .También se
usaba la cal y las artes de la construcción y la medicina. Se usaba
en forma de lechada como tintura antiséptica para estancias y
fachadas, desinfectante de arbolado y de enfermedades como cólera,
tifus ….. El agua de cal medicinal se usaba no
hace tanto para hacer gargarismos en casos de laringitis o
faringitis o amigdalitis. Y para muchas más cosas.
En los últimos años la normativa sanitaria obligaba a cubrir
con cal viva los cadáveres de animales o personas muertas por enfermedades
infecciosas. El uso más antiguo que se hacía de la cal, era la elaboración de
mortero o argamasa para la construcción de edificios sólidos “de cal y canto”.
CALERO EN TERVIÑA |
Los caleros traen recuerdos de viejos oficios artesanos, decretos
reales que obligaban al encalado de las paredes de las cabañas, o el
uso de la cal viva en las inhumaciones dentro de las iglesias.
En nuestros sitios, por los que habitualmente paseamos, hay restos de muchos de éstos caleros, alguno de ellos seguramente que sea súper antiguo, y en muchas de las veces, tenemos que ser testigos de una cada vez más acuciante ruina.
En nuestros sitios, por los que habitualmente paseamos, hay restos de muchos de éstos caleros, alguno de ellos seguramente que sea súper antiguo, y en muchas de las veces, tenemos que ser testigos de una cada vez más acuciante ruina.
Puntualizar que las fotos que ilustran el escrito "La colada" estan tomadas de La Enciclopedia de la Asturias Popular
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