Nuestro grupo de monte nos preparará excursiones en
las que nos ayudará a conocer mejor nuestro entorno, nuestros pueblos y
nuestros montes. Aquí os lo iremos contando haciendo un resumen de ellas.
EXCURSIÓN A CALDUEÑO
En esta ocasión partimos de Cortines y salimos en
dirección Caldueñin, dejando a un lado la “Ería de Sotu”.
Visitamos la gran cueva en la que se oía el agua, especialmente fuerte, y
donde nos llamó la atención la vegetación tan enorme que hay y contando y
contando se contó que hace años …. muchos…. se murió un hombre en el pueblo
de arriba “El Mazucu”, desapareciendo en la “Cueva del Bolugu”, lo dieron
por desaparecido después de buscarlo y buscarlo y a los días, de pronto
apareció parte de la dentadura en la Cueva de Caldueñin.
Continuamos nuestro paseo, ya sin paraguas hacia arriba, en una de aquellas subidinas de Julio, y nos dirigimos hacia una gran cuadra , que en su día formó parte de una buena propiedad. La casa está en ruinas y a la derecha queda enterrada en bardios, la capilla de Santo Domingo. Seguimos la subidina, para enlazar con un camino - pista en dirección Villa, que es el pueblo más soleyero de Caldueño. Llegamos a la fuente, bebedero, lavadero de Villa. Que lo pongo seguido porque es que está así, en fila. Todo ello de muy buen tamaño, lo que quiere decir que aquí había gran cantidad de ganado y que las mujeres de Villa podían presumir de lavadero. Dicen las mayores que esta agua que viene a Villa en verano está fría y en invierno templada.
Seguimos pista abajo hasta topar con el río, donde sin cruzarlo tomamos un antiguo camino hacia la izquierda, para llegar a Cortines, cruzar el río y dar por concluida la rutilla.
A pesar de las malas previsiones meteorológicas, tuvimos la suerte de que quisieron acompañarnos muchos amigos, que se lo agradecemos, siempre gusta ir en compañía de gente que sepa apreciar los bonitos rincones que tenemos cerca de nuestro pueblo. Y además el tiempo se puso de acuerdo con nosotros y llovió antes y después, pero no durante.
Os esperamos para la siguiente, que será el sábado que viene.
Continuamos nuestro paseo, ya sin paraguas hacia arriba, en una de aquellas subidinas de Julio, y nos dirigimos hacia una gran cuadra , que en su día formó parte de una buena propiedad. La casa está en ruinas y a la derecha queda enterrada en bardios, la capilla de Santo Domingo. Seguimos la subidina, para enlazar con un camino - pista en dirección Villa, que es el pueblo más soleyero de Caldueño. Llegamos a la fuente, bebedero, lavadero de Villa. Que lo pongo seguido porque es que está así, en fila. Todo ello de muy buen tamaño, lo que quiere decir que aquí había gran cantidad de ganado y que las mujeres de Villa podían presumir de lavadero. Dicen las mayores que esta agua que viene a Villa en verano está fría y en invierno templada.
Seguimos pista abajo hasta topar con el río, donde sin cruzarlo tomamos un antiguo camino hacia la izquierda, para llegar a Cortines, cruzar el río y dar por concluida la rutilla.
A pesar de las malas previsiones meteorológicas, tuvimos la suerte de que quisieron acompañarnos muchos amigos, que se lo agradecemos, siempre gusta ir en compañía de gente que sepa apreciar los bonitos rincones que tenemos cerca de nuestro pueblo. Y además el tiempo se puso de acuerdo con nosotros y llovió antes y después, pero no durante.
Os esperamos para la siguiente, que será el sábado que viene.
POR EL VALLE DE ARDISANA
El pasado 25 de octubre de 2014 fuimos de excursión al
Valle de Ardisana, como siempre nada más comer, para que dé
tiempo a ver los sitios. Nos juntamos un numeroso grupo que desde aquí
aprovechamos para agradecer su compañía, siempre gusta ir con gente que sabe
apreciar nuestros sitios.
Partimos del “Campu la Prida” por un antiguo camino que va a dar a la cuenca del “Riu Blancu”, que como veis estaba sin agua en esta zona. Pero aun sin agua, como íbamos a la sombra de los árboles del bosque que estábamos atravesando, pues no tuvimos que sufrir el calor que hacía fuera. Vimos las ruinas de una cabaña de probable uso ganadero, o también algunos creen que pudieran ser de actividad minera. Poco a poco fuimos ascendiendo y en los respiros, pudimos contemplar mirando hacia el sur, las estribaciones de la sierra de” Ibeu” (La Cuesta los Llacius). Cruzamos una vez más el lecho del río, y de frente en un paré muy escarpado, vimos una cabaña, hoy en ruina pero que en su día bien debió de servir al pastor que lo utilizara, ya que a su lado vimos cómo aprovechaban ”los cuevos” para que con muy poca intervención le sirvieran de cierre para animales.
Además de observar con agrado que donde estas gentes tenían estas instalaciones, proliferan los árboles. Lo que quiere decir que ellos se ocupaban de plantarlos y cuidarlos, eran la base de su sustento y al mismo tiempo cuando venía el calor, allí se cobijaba el ganado. Y también para lumbre de las podas. Un poco más arriba todavía, dejamos a la izquierda la riega “Cobayos”, ya muy cerca del Meón.
El Meón es el pequeño salto de agua con una vegetación a su alrededor, típica de humedales, en la que pudimos ver las plantas insectívoras, que Miguel nos explicó en excursiones anteriores, y que nosotros …muy buenos alumnos, …. reconocimos. Aquí hay una captación de agua, de antiguo. Nos contaron gentes oriundas que en otros años pasados era costumbre que la mocedad del valle fueran de excursión hasta allí, y que incluso hacían chocolatada.
Después de un breve descanso, bajamos contemplando bosques, árboles, unos autóctonos y otros, setas, en fin.... que pasamos una tarde muy agradable, nos hizo muy bueno y charlamos y nos reímos, qué más se puede pedir.
Esperando la siguiente, que.... ¿cómo no?, habrá en ella o eso esperamos, alguna “subidina” de las de Julio.
Partimos del “Campu la Prida” por un antiguo camino que va a dar a la cuenca del “Riu Blancu”, que como veis estaba sin agua en esta zona. Pero aun sin agua, como íbamos a la sombra de los árboles del bosque que estábamos atravesando, pues no tuvimos que sufrir el calor que hacía fuera. Vimos las ruinas de una cabaña de probable uso ganadero, o también algunos creen que pudieran ser de actividad minera. Poco a poco fuimos ascendiendo y en los respiros, pudimos contemplar mirando hacia el sur, las estribaciones de la sierra de” Ibeu” (La Cuesta los Llacius). Cruzamos una vez más el lecho del río, y de frente en un paré muy escarpado, vimos una cabaña, hoy en ruina pero que en su día bien debió de servir al pastor que lo utilizara, ya que a su lado vimos cómo aprovechaban ”los cuevos” para que con muy poca intervención le sirvieran de cierre para animales.
Además de observar con agrado que donde estas gentes tenían estas instalaciones, proliferan los árboles. Lo que quiere decir que ellos se ocupaban de plantarlos y cuidarlos, eran la base de su sustento y al mismo tiempo cuando venía el calor, allí se cobijaba el ganado. Y también para lumbre de las podas. Un poco más arriba todavía, dejamos a la izquierda la riega “Cobayos”, ya muy cerca del Meón.
El Meón es el pequeño salto de agua con una vegetación a su alrededor, típica de humedales, en la que pudimos ver las plantas insectívoras, que Miguel nos explicó en excursiones anteriores, y que nosotros …muy buenos alumnos, …. reconocimos. Aquí hay una captación de agua, de antiguo. Nos contaron gentes oriundas que en otros años pasados era costumbre que la mocedad del valle fueran de excursión hasta allí, y que incluso hacían chocolatada.
Después de un breve descanso, bajamos contemplando bosques, árboles, unos autóctonos y otros, setas, en fin.... que pasamos una tarde muy agradable, nos hizo muy bueno y charlamos y nos reímos, qué más se puede pedir.
Esperando la siguiente, que.... ¿cómo no?, habrá en ella o eso esperamos, alguna “subidina” de las de Julio.
SOTO DE SAJAMBRE
El domingo 12 de Octubre nos fuimos a Soto de Sajambre, allá por tierras leonesas. Se presagiaba un espantoso día de
lluvia y hasta con tormentas, pero decidimos salir hacia allá y probar
suerte con el tiempo.
Javier había concertado una cita para ir a visitar la escuela. Según nos contó, se caracteriza por tener unas fichas y una metodología fuera de serie. Y eso se ve que era debido a que un indiano que era de Soto, pagaba una peseta más al número uno de las oposiciones nacionales y se lo llevaba al pueblo. A fuerza de llevarse a los mejores, en el pueblo de Soto, todos los chavales aprendían un poco de todo y con unos métodos que por aquel entonces tendían a salirse de lo normal. Hoy se ha convertido en una especie de museo, gracias al meticuloso trabajo de aquellos maestros.
No pudimos visitarla porque estaba empezando a llover y la mujer que nos lo iba a enseñar, llegaba tarde, pero no nos dio pena, porque hemos pensado que qué mejor excusa para volver. Subimos hasta Vegabaño, que es un idílico sitio, donde de pronto se abre una vega grandísima, verde verde, con humedales en el centro y luego está regada de pequeñas cabañas, muy cuidadas todas. El camino para llegar a ésta vega, es a través de bosque de hayas, precioso, con todos los bajos del bosque limpios, y eso es así porque aquellas gentes lo cuidan. Tanto que nos chocó mucho un bando que estaba puesto al lado de la iglesia, en el que trataba de mandar con un tironcillo de orejas a la misma “eme”, a todo aquel que incumpliera, las normas ahí reflejadas.
Comimos en Vegabaño en el refugio, porque se nos puso feo feo y al ver que venía la niebla, pues nos apresuramos a bajar al pueblo de nuevo, temiendo que la cosa fuera a peor, y posponiendo para otra ocasión la bajada por el otro lado del bosque. Luego resultó que las nubes se fueron calmando, incluso la niebla se disipó y no tuvimos que volver a sacar los paraguas, pero como dicen…… “vale más prevenir que curar….”. Gracias a esto, pudimos dar una vueltina por Oseja de Sajambre, pueblo que está muy cuidado.
Gracias a la inexistencia de un desarrollo industrial en el siglo pasado, ha permitido que esta zona haya conservado una de las masas forestales de especies autóctonas más importantes y valiosas de España. Esto que vemos es un lquen que se llama Usnea Barbata o Liquen Barba de Capuchino. Dicen que se llama así porque la apariencia del liquen, se asemeja a una barba de viejo, siempre y cuando este viejo tuviera la barba enmarañada , con mechones colganderos y con pelos saliendo de cada tronco a su alrededor. Un liquen es la unión de un alga y un hongo. Me dijo Javier, que se trataba de unos líquenes que indican la pureza del aire, que son muy sensibles a la contaminación, y allí estaba lleno de ellos, o sea que el aire es purísimo.
Javier había concertado una cita para ir a visitar la escuela. Según nos contó, se caracteriza por tener unas fichas y una metodología fuera de serie. Y eso se ve que era debido a que un indiano que era de Soto, pagaba una peseta más al número uno de las oposiciones nacionales y se lo llevaba al pueblo. A fuerza de llevarse a los mejores, en el pueblo de Soto, todos los chavales aprendían un poco de todo y con unos métodos que por aquel entonces tendían a salirse de lo normal. Hoy se ha convertido en una especie de museo, gracias al meticuloso trabajo de aquellos maestros.
No pudimos visitarla porque estaba empezando a llover y la mujer que nos lo iba a enseñar, llegaba tarde, pero no nos dio pena, porque hemos pensado que qué mejor excusa para volver. Subimos hasta Vegabaño, que es un idílico sitio, donde de pronto se abre una vega grandísima, verde verde, con humedales en el centro y luego está regada de pequeñas cabañas, muy cuidadas todas. El camino para llegar a ésta vega, es a través de bosque de hayas, precioso, con todos los bajos del bosque limpios, y eso es así porque aquellas gentes lo cuidan. Tanto que nos chocó mucho un bando que estaba puesto al lado de la iglesia, en el que trataba de mandar con un tironcillo de orejas a la misma “eme”, a todo aquel que incumpliera, las normas ahí reflejadas.
Comimos en Vegabaño en el refugio, porque se nos puso feo feo y al ver que venía la niebla, pues nos apresuramos a bajar al pueblo de nuevo, temiendo que la cosa fuera a peor, y posponiendo para otra ocasión la bajada por el otro lado del bosque. Luego resultó que las nubes se fueron calmando, incluso la niebla se disipó y no tuvimos que volver a sacar los paraguas, pero como dicen…… “vale más prevenir que curar….”. Gracias a esto, pudimos dar una vueltina por Oseja de Sajambre, pueblo que está muy cuidado.
Gracias a la inexistencia de un desarrollo industrial en el siglo pasado, ha permitido que esta zona haya conservado una de las masas forestales de especies autóctonas más importantes y valiosas de España. Esto que vemos es un lquen que se llama Usnea Barbata o Liquen Barba de Capuchino. Dicen que se llama así porque la apariencia del liquen, se asemeja a una barba de viejo, siempre y cuando este viejo tuviera la barba enmarañada , con mechones colganderos y con pelos saliendo de cada tronco a su alrededor. Un liquen es la unión de un alga y un hongo. Me dijo Javier, que se trataba de unos líquenes que indican la pureza del aire, que son muy sensibles a la contaminación, y allí estaba lleno de ellos, o sea que el aire es purísimo.
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| BANDO DEL AYUNTAMIENTO DE OSEJA DE SAJAMBRE |
LA LLERA
Tres excursiones por el sitio llamado “La Llera”, que da a los
pueblos de Celorio, Balmori, Barro, Quintana, Bricia y Posada, que hemos
hecho en tres sábados consecutivos (días 20, 27 de septiembre y 4 de octubre
de 2014).
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| PLANO ORIENTATIVO "LA LLERA" - LOS ORÍGENES 1 |
Se trata de un monte de roca caliza de unos 4 Km/2. En este espacio, se han encontrado muchísimas cuevas y refugios,
hasta cuarenta con restos de utensilios prehistóricos que se encuentran en
el Museo de Ciencias Naturales de Madrid y en el Museo Arqueológico de
Oviedo. En algunas de ellas también se han encontrado pinturas rupestres,
habiendo sido de gran transcendencia científica en el estudio de las
culturas paleolíticas. La Llera, según dicen los expertos, fue la zona de
mayor densidad de población de Europa en la época paleolítica.
Entre las más importantes a destacar dentro de éste complejo, está La Cueva del Quintanal, que presenta una serie de grabados efectuados con las manos sobre arcilla, destacando la imagen de un jabalí y es una de las que se visitaron este pasado sábado.
También visitamos las siguientes cuevas : “El Cuetu la Mina”, “La Riera” y “Trescalabres”, ambas descubiertas por el Conde de la Vega del Sella y Duque de Estrada en 1.914 ,1.917 y 1.921 respectivamente, excavaciones realizadas por él mismo y que son ejemplo del buen hacer en materia arqueológica. En aquella época, el Conde buscaba restos para catalogar en el Asturiense, como concheros, y no así buscaba pinturas ni marcas en las paredes de las cuevas, por lo que las pinturas y las marcas, no se descubrieron hasta hace relativamente poco tiempo.
Contienen grabados lineales (“El Cuetu la Mina”) , una cabeza de bóvido, y un bóvido entero (Trescalabres) y puntuaciones rojas ( La Riera). Además de dar un paseo por este conjunto kárstico , modelado por el recorrido subterráneo del río Calabres, en el que se van descubriendo muchos abrigos.
Entre las más importantes a destacar dentro de éste complejo, está La Cueva del Quintanal, que presenta una serie de grabados efectuados con las manos sobre arcilla, destacando la imagen de un jabalí y es una de las que se visitaron este pasado sábado.
También visitamos las siguientes cuevas : “El Cuetu la Mina”, “La Riera” y “Trescalabres”, ambas descubiertas por el Conde de la Vega del Sella y Duque de Estrada en 1.914 ,1.917 y 1.921 respectivamente, excavaciones realizadas por él mismo y que son ejemplo del buen hacer en materia arqueológica. En aquella época, el Conde buscaba restos para catalogar en el Asturiense, como concheros, y no así buscaba pinturas ni marcas en las paredes de las cuevas, por lo que las pinturas y las marcas, no se descubrieron hasta hace relativamente poco tiempo.
Contienen grabados lineales (“El Cuetu la Mina”) , una cabeza de bóvido, y un bóvido entero (Trescalabres) y puntuaciones rojas ( La Riera). Además de dar un paseo por este conjunto kárstico , modelado por el recorrido subterráneo del río Calabres, en el que se van descubriendo muchos abrigos.
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| PLANO ORIENTATIVO "LA LLERA" - LOS ORÍGENES 2 |
Paseamos el bosque tan maravilloso que hay cuando
no están los “ocálitos” llenándolo todo, ya que donde está el bosque
con árboles autóctonos, el suelo está más mantenido, pero donde los “ocálitos”
es una maraña de helechos y árgumas, más altos que yo. Y pudimos
ver en primera persona los estragos que hizo el incendio de la semana
pasada, que hay un montón de trozo quemado, tuvimos la oportunidad de ver el
destrozo que se organiza, cuando alguien decide quemar un monte casi entero.
Afortunadamente “La Encina de la Llera”, que se trata de un árbol
impresionante de grande, no sufrió daños.
Visitamos la “Peña la Galiera”, donde está el límite entre Barro y Niembro. Y en cuya piedra se puede apreciar el año, el nombre y por el otro lado, una cruz , y a continuación, hubo que suspender la actividad por el aguacero que sobrevino.
Nos ha gustado mucho contar con vuestra compañía, la de todos y cada uno de vosotros, y os esperamos en posibles futuras salidas. Muchas gracias a todos.
Visitamos la “Peña la Galiera”, donde está el límite entre Barro y Niembro. Y en cuya piedra se puede apreciar el año, el nombre y por el otro lado, una cruz , y a continuación, hubo que suspender la actividad por el aguacero que sobrevino.
Nos ha gustado mucho contar con vuestra compañía, la de todos y cada uno de vosotros, y os esperamos en posibles futuras salidas. Muchas gracias a todos.
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| PLANO ORIENTATIVO "LA LLERA" - LOS ORÍGENES 3 |
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