La institución de las sextaferias tiene un gran arraigo en
Asturias y consistía en una carga vecinal para la conservación y reparo de los caminos
públicos, dedicándose a ello el sexto día de la semana en todos los concejos
asturianos.
Se definía como “el trabajo colectivo de un vecindario para
componer las vías públicas, que se verificaba el viernes de cada semana”
Otros las definen como “prestación personal que deben los
vecinos para arreglo de los caminos” y el Reglamento de Sextaferias de 1839 las
llama “Reuniones periódicas y vecinales de costumbre inmemorial y nunca interrumpidas
(hasta hoy) para reparar los caminos públicos, y conservarlos en buen estado y
construir de nuevo los que la conveniencia publica reclame”. La utilidad de esta institución es evidente,
incluso hoy, algunos pueblos (Celorio por ejemplo hace unos años las realizó)
siguen realizando sextaferias para el bien común, aunque puntualmente.
SEXTAFERIA POR LA CELADA |
Jovellanos en su “informe sobre la ley Agraria “las
justifica por la mayor necesidad de caminos públicos de uso común en los
lugares donde la población está dispersa, como en Asturias, que hace necesario
conservar estos caminos para poder ir al mercado, a la iglesia acudir al médico
etc.
No faltaron los abusos en el desarrollo de esta institución
colectiva, pues aunque el reglamento obliga por igual, los propietarios no
residentes, el clero y algún otro caso eludían estas tareas. También había
desigualdades, algunos (que lo tenían) acudían con su carro, valorándose más su
trabajo; se quejaban los que vivían lejos, pues tenían que madrugar mucho más
que los que vivían más cercanos.
De entre concejos también variaba la reglamentación, en
algunos no podían acudir representando a la familia menores de 14 años. Otros
decían que tenía obligación de ir todos los que constituyan hogar, sea vecino o
no, en algún concejo había exenciones, el alguacil los ancianos, las viudas…
Las Ordenanzas Generales del Principado de Asturias de 1781
regulan de manera precisa y detallada las sextaferias:
Cada vecino debía emplear medio día útil cada semana.No hay excepciones salvo los clérigos (tenían que concurrir por criado o jornalero).
Cada domingo, al terminar la misa, se anunciaban públicamente el señalamiento del día y sujetos que han de trabajar la semana siguiente. En 1839 se formó y aprobó por la Diputación Provincial de Asturias el nuevo reglamento de sextaferias para la construcción y reparación de caminos y puentes de Oviedo.
Actualmente la sextaferia se encuentra regulada por la Ley de Régimen Local de 1955.
LUCÍA