Quisiéramos que nuestro blog fuera una especie de revista. entretenida, informativa y si acaso cultural.

CAMINO DE SANTIAGO

Vamos a hacer un pequeño recorrido por la historia del Camino de Santiago a su paso por el Concejo de Llanes, y de paso pararnos en curiosidades que nos encontraremos.


CAMINO A SANTIAGO DE COMPOSTELA
   Estamos acostumbrados a ver caminantes a Santiago y cada año son más los peregrinos que pasan por nuestro pueblo. Todo tiene un principio y si os parece, podemos empezar por él :
    Cuentan en los libros serios que se han ocupado de estudiar “Apariciones”, que  estando un ermitaño llamado Paio, a sus cosas, allá en Galicia,  de pronto le vino una revelación angélica de que iba a ser descubierto el cuerpo del Apóstol Santiago. A  los pocos días, unos pastores,  vieron  una rara luz  sobre el arbolado del monte llamado Libredón (donde más tarde surgiría Compostela) que irradiaba de una estrella.
    El suceso fue comunicado al Sr. Obispo, que fue a ver y quedó atónito, tanto, que  ordenó tres días de ayuno (los obispos o sacerdotes, o gentes de la Iglesia, en muchas ocasiones mandaban ayunos para evitar que la gente bebiera a lo loco, lo que era una práctica se ve que muy común, con lo que una vez  digamos ”piripis”, era muy fácil ver luces por encima de los árboles y ver estrellas  donde era imposible que estuvieran, así se aseguraban de que la gente no estaba  bebida cuando eran protagonistas de apariciones y el hecho  pasaba a ser al menos creíble; lo de ayunar un par de horas para ir a comulgar en la misa, era por la misma razón, trataban de evitar, al clero me refiero,  que los fieles fueran bebidos a la Iglesia).
    Bueno, estábamos en la estrella que irradiaba  en aquél apartado rincón del bosque y mandaron desbrozar  maleza en el sitio donde brillaba la estrella.  Se descubrió el arca marmórica con los restos que “por revelación divina”, el obispo Teodomiro atribuyó al Apóstol Santiago. Inmediatamente se dio cuenta del milagroso hallazgo al rey,  que por aquellas era Alfonso II, y  acudió con sus nobles rápidamente.  Fue entonces cuando mandó construir la primera iglesia dedicada a Santiago y de paso también,   mandó  hacer otra dedicada al Salvador y otra a San Pedro y San Pablo. En el lugar, y por orden real,  se instaló una  pequeña comunidad de Agustinos que constituye el primer núcleo de lo que poco después sería Compostela.  Alfonso II, que supo muy bien estrechar lazos con Carlomagno desde la Conquista de Lisboa, hecho que le vino a España de maravilla, ya que a partir de entonces se ampliaron las fronteras y con ello todo….. mercaderes, constructores, clérigos,….. bueno pues entonces le comunicó a Carlomagno el hecho , con lo que  se propaga rápidamente a toda Europa.
    Esta es la  “Leyenda narrada por el Liber Sancti Jacobi” que servirá de explicación al enigma que encierra el descubrimiento del cuerpo de un discípulo de Jesucristo en un confín de la Península Ibérica.
    Como en España estaban luchando con los moros ya que estamos en el 830 más o menos. Hacía falta una figura  que unificase la lucha contra el enemigo común y que , a la vez, sirviese de respaldo moral a esa importante acción histórica. Así surge la figura de un  Santiago que  de ser un pacífico apóstol de Cristo, pasó a ser un guerrero que aplastaba con su caballo los cuerpos de los moros y degollaba sus cabezas espada en mano. Un santo que según la tradición, presidiría las más importantes batallas de la Reconquista.  Poco a poco Compostela se va convirtiendo en el principal foco de atracción espiritual del reino astur-leonés.
    Un fenómeno que con el tiempo, sobrepasará en poder de atracción a Roma y Jerusalén, siendo el mayor centro de peregrinaciones de toda la cristiandad. La peregrinación compostelana constituye una de las más señaladas manifestaciones de la cultura cristiana occidental y ha funcionado como un espejo en el que se ha visto reflejada la historia  de Europa.
    La crónica de Sampiro (sigloX y XI), es el primer texto narrativo de carácter histórico, llegado hasta nosotros, que alude directamente al sepulcro de Compostela al decir que Alfonso III había derribado la pequeña iglesia levantada allí por Alfonso el Casto de piedra y barro, para construir otra de sillería y cemento con columnas y bases de mármol, de gran hermosura.
    En todo caso, el hecho y la fecha aproximada de la edificación del templo de Alfonso III tiene confirmación en una cruz de oro desaparecida misteriosamente en el 1.906 que formaría seguramente parte de la dote concedida por el Rey a la nueva iglesia, era parecida a la de “Los Ángeles” donada por Alfonso II a la iglesia de San Salvador de Oviedo, lo que nos da elocuente testimonio de la importancia que ésta nueva iglesia tomaba en este pequeño reino.
    El Camino a Santiago, es la esencia de una tradición, en la que se conjuran historia, arte, naturaleza y fe, que empezó en el siglo IX y como podemos ver, dura hasta nuestros días, pese a vicisitudes, cambios de mentalidades y  hábitos de conducta.

CAPILLA DEL CRISTO DEL CAMINO
   
SOBRE EL DESCUBRIMIENTO

    Como ya tenemos colocado en la historia el descubrimiento de la tumba del Apóstol y de cómo el rey Alfonso II llamado “El Casto” y sus tiempos, más o menos, he pensado continuar el relato contándoos cómo fue que Santiago el Mayor, fue a dar con sus huesos a estas tierras tan lejanas de las suyas y cuentan que fue así:
    Para empezar, decir que Santiago era discípulo de Cristo, al igual que su hermano San Juan, y que fue decapitado por Herodes Agripa, hacia el año 42, según narra San Lucas ; y su cuerpo fue arrojado fuera de la ciudad como pasto de los perros y de las fieras, así hacían por aquel entonces.
    Pero, pasó que sus discípulos, regresaron al lugar de noche y se llevaron el cadáver hasta el puerto de Jope (que era una antigua ciudad cananea sobre la costa de Palestina, hoy llamada Jafa, Tel Aviv-Jafa, de las ciudades más grandes del Estado de Israel), donde apareció una embarcación preparada para navegar, aunque sin tripulación a bordo, de la cual subieron el cuerpo de su maestro y se entregaron al viaje. Al séptimo día de navegación, después de haber atravesado felizmente las Columnas de Hércules (1), arribaron al puerto de Iria (2).
    Cuentan que al llegar, amarraron la barca a una piedra, (de aquí el topónimo actual de PADRÓN : “el pedrón”, que se encuentra actualmente bajo el altar de la iglesia de Santiago de Padrón, junto a las aguas del río Sar y en pleno centro urbano, donde en tiempos se situaba el famoso puerto fluvial padrones) . Continuando con la historia, que nos íbamos por cuando habían atado la barca a una piedra, resultó que cedió como si fuera de cera, hasta convertirse en sarcófago del Santo.
(1) COLUMNAS DE HÉRCULES: elemento legendario de origen mitológico, situado en el estrecho de Gibraltar y que señalaba el límite del mundo conocido, última frontera para los antiguos navegantes del Mediterráneo. Bajo el lema “Non Terrae Plus Ultra” los romanos asignaban el confín del continente, que si bien se asociaba a Finisterre , también simboliza el estrecho de Gibraltar.
 (2) IRIA: fue una ciudad galaica situada en la vía de Asturica Augusta, más tarde tomó el nombre de IRIA FLAVIA, que es lo que hoy llamamos Padrón. 

EL PEDRÓN
Llegada la noche, los discípulos se adentraron 12 millas tierra adentro, hasta el lugar elegido para el enterramiento y fueron luego a ver a la Reina Lupa, que era la dueña de los contornos, a la que pidieron una pequeña parcela para dar sepultura a su maestro; la reina los remitió al rey Dayo, enemigo acérrimo del cristianismo, quien los encarceló. Tuvieron la grandísima suerte de que un ángel los liberó, lo que hizo enfadar a Dayo y los persiguió con todo su ejército , hasta que de pronto el puente por el que intentaba cruzar el río se derrumbó.
    Volvieron a ver a Lupa, persistentes como ellos solos. Ésta, aterrada ante tantos avatares y milagros, los envió al monte Illicinus, que así se llamaba lo que más tarde sería Pico Sacro, ya que allí encontrarían una manada de bueyes mansos para uncir al carro que llevaba los restos del Apóstol Santiago. Al aproximarse los dos pobres discípulos, que a estas alturas de la narración, ya me gustaría saber lo que pasaba por sus cabezas, supongo que resignados a que les pasaran más cosas, pues les salió al encuentro un horrible dragón, que ya era lo que les quedaba, el cual se dedicaba a ahuyentar a todos los habitantes de la comarca y que, ante su presencia, se esfumó sin dejar rastro. Acto seguido los bueyes sin prestar resistencia, se dejaron uncir al carro afortunadamente sin problemas. Con ellos se dirigieron al palacio de la reina Lupa, provocándole tal asombro (ella que los había mandado al monte para que el dragón hiciera de las suyas) que tuvo que rendirse y se convirtió al cristianismo y ofreció su palacio para Iglesia y sepultura del Apóstol. Los dos apóstoles eran Teodoro y Anastasio, que por supuesto fueron Santos.
    Hasta aquí, la leyenda narrada y popularizada con una imaginación desbordante, todo sea dicho de paso.

IGLESIA DE SANTIAGO DE PADRÓN
   

SOBRE EL CULTO A LAS RELIQUIAS

La devoción a los santos adquiere en la Edad Media proporciones desorbitadas. Se levantan templos para guardar reliquias, que en no pocas ocasiones, servirían de moneda de cambio entre reyes y nobles. Unos y otros evidenciaban grandes dotes de credulidad y no mostraban demasiado interés en comprobar si se trataba en realidad de restos de tan ejemplares cristianos o no. Así, si hacemos un somero inventario de los principales relicarios de Europa, sería fácil encontrar varias cabezas de San Juan, innumerables muelas de San Pedro , cientos de clavos de la Pasión de Cristo o pelos de la barba de San José, por poner algunos ejemplos.
 
 
ENIGMA HISTÓRICO

Sería absurdo plantearse hoy la espinosa cuestión de si se encuentra o no en Compostela la tumba del Apóstol, ya que el curso de los mil últimos años es irreversible. “La fe mueve montañas, poco importa que el sepulcro compostelano sea o no el sepulcro del Apóstol” ( Sánchez Albornoz).
    Las excavaciones arqueológicas llevadas a cabo bajo la basílica compostelana en los años 40, demuestran la existencia de un rico subsuelo con restos funerarios y religiosos, paleocristianos y suevos. Restos que por cierto hablan de un culto pagano a Júpiter, el dios del trueno, reflejado incluso en el arca marmórica del cuerpo del Apóstol. De todas formas, no deja de ser curiosa casualidad, que recibiera el sobrenombre de “Hijo del Trueno" ¿no?.
    Son varios los autores que apuntan a la cristianización de un viejo culto pagano y no pocos los que ven en la ruta trazada por la “Vía Láctea”, elementos mágicos que han dado margen a una abundante y nada desdeñable literatura cabalística.
    Lo cierto es que fue la “invención” del sepulcro del Apóstol, en el siglo IX, lo que provocó una auténtica riada humana desde todos los confines de Europa, que con altibajos, se prolongó durante más de mil años y dio lugar a un importante florecimiento cultural, literario, arquitectónico….

 

EL CÓDIGO CALIXTINO

Se trata de un manuscrito iluminado: es un manuscrito en el que el texto es complementado con la adición de decoración, letras capitales decoradas, bordes y miniaturas. Decorado la mayoría de las veces con oro y plata.
CODICE CALIXTINUS
    Se cree que lo escribió el francés Aimery Picaud en el año 1.130, por encargo del Papa Calixto II. Aunque a veces hemos creído que el Códex Calixtinus es lo mismo que el Liber Sancti Jacobi, pero no es así, ya que este último representa el contenido del libro del que se gestaron varios manuscritos, el más notable de los cuales es el Códex Calixtinus, custodiado en la catedral de Santiago de Compostela.
    El Códex Calixtinus cuenta con cinco libros, pero el que nos interesa ahora es el V, el Liber Peregrinationis, en el que nos habla de los caminos que el peregrino puede tomar para llegar a Compostela. Esta ”guía”, tiene una visión muy particular y nada favorable os diré, de los pueblos ibéricos que atravesaba el Camino, reflejada con detalles anecdóticos, descripciones, avisos de peligros.
    Enumera las etapas que el peregrino debe de seguir, menciona las ciudades y los pueblos por los que ha de pasar, y así como “los ríos buenos y malos”, que tiene que cruzar, advierte de los peligros que uno puede encontrar en las rutas, la falta de comida o de agua, de los insectos que como avispas o tábanos pueden picar a los caminantes y también habla de los vicios y virtudes de las gentes que pueblan las diversas regiones del itinerario. Nombra expresamente a los que repararon el camino.
  Describe las reliquias que el peregrino puede encontrar, destacando santos francos y localidades francesas, señalando entre los hispanos: Santo Domingo, San Facundo , San Primitivo y San Isidoro de León. Luego describe Compostela detalladamente.
    Cuenta también cómo los barqueros y los recaudadores de los portazgos salían al paso de los peregrinos, armados de garrotes, arrancándoles por la fuerza injustos tributos, aunque legalmente no pudieran cobrar impuestos más que a los mercaderes, ya que los peregrinos estaban exentos. Y especifica de los barqueros, que sólo pueden cobrar a los ricos, no a los pobres.
  Luego se generaliza las acusaciones contra todos los vascos y especialmente contra los navarros. (transcribo textualmente lo que dice): “Las gentes de esta tierra, son feroces como es feroz, montaraz y bárbara la misma tierra que habitan . Sus rostros feroces así como la ferocidad de su bárbaro idioma, ponen terror en el alma de quien los contempla”. Y no contento con esto anterior, añade entre otras lindezas hablando de los navarros: “Son un pueblo bárbaro, diferente de todos los demás en sus costumbres y naturaleza, colmado de maldades, de color negro, de aspecto innoble, malvados, perversos, pérfidos, desleales, lujuriosos, borrachos, agresivos, feroces y salvajes, desalmados y réprobos, impíos y rudos, crueles y pendencieros, desprovistos de cualquier virtud y enseñados a todos los vicios e iniquidades, parejos en maldad a los infieles sarracenos y enemigos mortales de nuestra región gala” .
    “Ahí es na” de cómo pone a los navarros y a los vascos. A los castellanos Picaud no les odiaba tanto , aunque dice que son: “malos y viciosos”, Prefiere a los gallegos: “entre los demás pueblos incultos de España , son los que más se asemejan a nuestra nación gala”. Pero tampoco se van de vacío porque añade: ”….. si no fuera porque son muy iracundos y lujuriosos”.
    Sin embargo hay textos de la misma época que hablan de la excepcional acogida que brindaba a los peregrinos el hospital de Roncesvalles en el que reza esta frase: “La puerta se abre a todos, enfermos y sanos. No sólo a católicos sino a paganos, a judíos, herejes, ociosos y vanos”.
    De modo que habremos de pensar que el tal Picaud, no nos mirara con buenos ojos, sino que nos miraría con los ojos de vecinos, de todos es sabido que a los vecinos, da igual que sean de pueblos, que de ciudades, que de naciones, siempre han sido nuestros peores enemigos. Algo así debió de ser, pero claro esto ha quedado escrito en este Liber peregrinationis, para los restos, lo que no tiene ninguna gracia. Bien se puede asegurar, que este escrito se adelantó varios siglos a su tiempo, haciendo de él una perfecta guía geográfica, artística, histórica y como libro de viajes.
    El día 5 de Julio del año 2.011, el Códice Calixtino fue robado del cofre de la Catedral de Santiago de Compostela, donde se custodiaba. No voy a contar ahora como se recuperó ni quien lo sustrajo, porque seguramente todos conocéis la historia. Al año de su sustracción, fue recuperado sin ningún daño.

HISTORIA BREVE DE LAS PEREGRINACIONES

    Se fijan una serie de rutas, unas con mayor éxito que otras, se levantan puentes, se construyen albergues, hospitales, monasterios e incluso pueblos íntimamente ligados a la existencia del Camino. Los privilegios reales llegan a favorecer directamente el asentamiento de colonos, sobre todo francos.
    Un paso definitivo fue el establecimiento en la península de la Orden Francés de Cluny, los cuales elaboraron el Códice Calixtino y la Historia Compostelana que creó una auténtica infraestructura asistencial a lo largo de la Ruta Jacobea. Tal infraestructura se complementó con la creación de la Orden Militar de Santiago, para la defensa de los peregrinos, lo que contribuyó a la seguridad de los viajeros, constantemente amenazados por bandidos, salteadores de caminos, pícaros, hoteleros y por las propias inclemencias meteorológicas que hacían perecer entre la nieve, el agua y el frío a no pocos romeros, lo demuestran los abundantes cementerios de peregrinos distribuidos a lo largo del Camino Francés.

HOSPITALIDAD CRISTIANA

  Uno de los aspectos fundamentales de la historia de las peregrinaciones es el de la hospitalidad que los peregrinos reciben mediante la cual, se facilita la realización de su fin. Las Sagradas Escrituras contienen pasajes relativos a la hospitalidad, cuya asimilación por sacerdotes y monjes se difundió luego entre el pueblo.
    En algunos casos, consideraban que el huésped o peregrino podía ser un enviado celestial, incluso el propio Jesucristo. Ya los textos de San Pablo fundamentaban la hospitalidad cuando recomendó a los hebreos que no la olvidasen, agregando que “por ella algunos, sin saberlo, hospedaron ángeles”.
 
   Estos textos fueron penetrando también en la literatura profana, así lo vemos en las Partidas del Rey Sabio y más tarde en “La Pícara Justina”.

HOSPITALIDAD MONÁSTICA

    La Regla de San Benito dispone en su capítulo LIII, respecto del ejercicio de la hospitalidad en los monasterios que: “todos los que (allí) vinieren, sean recibidos como Jesucristo, pues el mismo dijo, huésped fui y me recibisteis”.

PRIVILEGIOS DE LOS PEREGRINOS

SAN ROQUE
    Se tienen noticias del siglo XII, lo que figura en el Liber Peregrinator, …”gozaban de algún privilegio, tal como que no debían de pagar portazgo, peaje, ni derecho alguno por las bestias o cosas que trajeran consigo por razón de su camino”.
 
   También tenían derecho a que les vendieran tanto en las alberguerías como fuera de ellas, las cosechas que hubiere menester, y al mismo precio y con los mismos precios y con los mismos pesos y medidas que compran y venden los de la tierra.



   Voy a contaros  porque me parece que merece la pena hablar de ello, sobre el peregrino, su alojamiento y su manera de vestir y los empleos derivados de ello.
    Explicar que los peregrinos que emprendían el viaje, no sólo los movía una decisión personal o impuesta por las autoridades, sino también por la esperanza de obtener favores que otros habían logrado. Además del carácter devoto hay que añadir el guerrero que durante toda la Edad Media, tuvieron las cruzadas. De Santiago peregrino con bordón, a Santiago militar, con estandarte y cortando cabezas moras.
BORDÓN
  Es un palo redondo o bastón de longitud variable, generalmente terminado en pomo y provisto de una contera puntiaguda de hierro. Originariamente el bastón del caminante era la “defensa contra lobos y perros” y al mismo tiempo apoyo y ayuda en la marcha y en los pasos difíciles. El nombre de bordón era el mismo que se daba al mulo, pues el caminante peón debía suplir con él la facilidad que el jinete encontraba en su cabalgadura y completaba con la esportilla, el atuendo característico del peregrino.
LA CONCHA
Se convirtió muy pronto en la insignia del peregrino compostelano ; pero no una concha cualquiera, no, sino la que los naturalistas han designado con este motivo “pecten jacobeus”. Muy abundante en los mares de Galicia, en donde conserva el nombre de “vieira”, descendiente del latino “veneria”.
 Este nombre, nos habla de la antigua consagración a Venus, por considerarla emblema de los órganos femeninos y en efecto parece ser que los romanos la usaban como amuleto con fines profilácticos y para evitar el mal de ojo también.
    Estas conchas, se han recogido en sepulturas púnicas y romanas, al igual que también en el tiempo de las invasiones y en cementerios merovingios y visigodos. Leclerq (diccionario), habla del uso de las conchas por los primeros cristianos para marcar las tumbas que querían reconocer, a veces se encontraban mezcladas con los huesos y con dos pequeños agujeros en la parte superior y la inferior como si hubiesen sido cosidos a algún tejido. Es muy probable pues, que la costumbre de los peregrinos compostelanos de coser las conchas en sus capas, sombreros y escarcelas, tenga un remoto origen supersticioso pagano. También era una manera de demostrar, ya de vuelta a sus países, que habían llegado a Santiago.
    En francés se llama “coquille Saint Jacques”, aunque allí no sólo la llevaban los que iban o venían de Santiago, sino que se convirtió en el símbolo del peregrino tanto de Tierra Santa , como de Santiago, como del Monte Saint Michel.
LOS CONCHEIROS 
VESTIMENTA DEL PEREGRINO
   Sin desaparecer la costumbre de llevar los peregrinos las conchas naturales cosidas a sus ropas, ya en el siglo XII, hubieron de empezar a fabricarse conchas en metal , plomo y estaño, principalmente, que se vendían a los peregrinos.
    A finales del XII, la costumbre se había generalizado y las conchas de metal se vendían en puestos y por vendedores ambulantes. Tanto fue así que el arzobispo Suárez de Deza (1.200), autorizó la venta de las conchas, otorgando una ordenanza en la que permitía a los concheros seguir manteniendo sus puestos que ellos alegaban haber comprado o heredado reconociendo el derecho de monopolio por parte de la Iglesia, de cuya propiedad habían de ser los puestos- que no debían pasar de ciento y de ellos, 28 tenían que ser administrados por ella (la Iglesia) Los demás eran arrendados a los concheros por 30 años, cumplidos éstos, la propiedad volvía a sus manos. Llegó a ser tan lucrativa este oficio, que pasaron a pactar con el obispo en vez de recibir sus órdenes.

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