LOS CAMELIOS

                Los camelios, son árboles preciosos que decoran cualquier jardín con sus hojas siempre tan brillantes y cuando florecen, que se llenan de color. Son unos árboles elegantísimos o por lo menos a mí me lo parecen y muy antiguos. Es una de las flores más antiguas de las que se tiene noticia, pues hay fósiles de éste árbol de la época cretácica. No les gustan nada  los cambios, que la pongan al sol o que la rieguen mucho.

Camelio 

            Trataré de contaros alguna que otra curiosidad distinta de la que a lo mejor habitualmente sabemos. Deciros que hay lo menos cien especies diferentes de camelios.

            Los más comunes o por lo menos los que más conocemos, son los Camelios japónica , por excelencia románticas, sólo su nombre nos lleva a la obra de Alejandro Dumas (hijo) : LA DAMA DE LAS CAMELIAS.

            En la novela, la protagonista Margarita Gautier, -que tenía alergia al perfume de las flores, y siempre llevaba un ramo de camelias, porque las de ésta especie no tienen ningún olor- le da,  de un ramillete de camelias rojas, una camelia al protagonista, Armando Duval, y le dice “nuestro próxima cita, será cuando ésta flor cambie de color”. Y así  sucedió, cuando Armando al día siguiente vio que  la flor, había cambiado del rojo al blanco

Hay otra especie dentro de los Camelios que se llaman oloífera y que tiene muchas propiedades que a lo mejor no son tan conocidas. Como que el aceite de esta  camelia, es considerado el “aceite de oliva de Asia”. En China, se usa para cocinar. También se puede usar para lubricar herramientas. Yo la tengo en casa plantada. Ya me avisaron de que no se me daría, que estaba muy al borde del mar...... ta ta ta,,,, ta ta ta.  No ha crecido mucho desde que le planté, pero este año ya me ha dado dos flores. Por algo se empieza, se ve que le cuesta adaptarse.

Camelia blanca 

 Los suplementos de aceite de Camelia, inhibieron metástasis de melanomas (cáncer de piel). También es bueno para sanar heridas. Ayuda en pieles secas y a curar el acné.

            En cosmética este aceite se usa para brillos para los labios. Previene y alisa las arrugas y cura cicatrices. Masajeado sobre las uñas, incrementa su crecimiento. Las geishas sumergían sus peines de madera en el aceite toda la noche para nutrir sus cabellos y cuero cabelludo.

            Las marcas Chanel y Nivea, ya utilizan el aceite de camelia para hacer alguna de sus cremas.

            Luego existe el Camelio sinensis  que es la que conocemos por té y a la que miramos sus hojas y no sus flores, pero en definitiva no deja de ser una especie  de las muchas que tiene la   Camelia.

            Poco a poco, los Camelios, han ido poblando los jardines y haciendo desarrollar a su alrededor historias románticas de amores, o de desamores”, sobre un blanco inmaculado, que aporta en una sencillez absoluta la más pura de las bellezas”. 

A veces, cuando un Camelio es adulto, y según algunos empieza a pensar por sí mismo, presenta una rama con flores de distinto color  que las  que normalmente produce, esas flores se mantienen en el tiempo, son una decisión del árbol 

Camelia rosa

.   Hay un cuento del s. XIX que comparaba la camelia con una joven de gran belleza llamada Imperia. Aquélla joven se casó con un conde de temperamento delicado y sensible. Pero el matrimonio no fue feliz. Imperia se mostraba fría y distante y se aburría con el amor, por lo que un día el conde ya no pudo más y le dijo: “sois como la camelia que un sabio trajo de las lejanas tierras de China. Sois muy bella pero sin fragancia. Os falta el verdadero perfume que es el amor”. La joven indiferente contestó: “tenéis razón, soy la camelia”.                         

ANA