En
primer lugar contaros que vimos estos
especiales acantilados que nos enseñan
muestras del jurásico superior, un periodo de la era secundaria de hace más de
150 millones de años.
Los
estratos inclinados , dejan ver lo que pasó aquí cuando hace 30 millones de
años, el efecto de la Orogénesis Alpina, ocasionó el levantamiento de la
Cordillera Cantábrica, porque las capas laminadas se pueden examinar a la
vista.
Las huellas de dinosaurios
cuadrúpedos, en el extremo oeste de la Playa de Ribadesella, una vez visualizadas, te dejan con la boca abierta.
Estas huellas son de dinosaurios, “ saurópodos” – si no lo he anotado mal- y eran
dinosaurios enormes que tenían el cuello largo, y una cabeza pequeña, patas
gruesas y una cola robusta. Comían piedras llamadas gastrolitos, las cuales les
facilitaban los procesos de digestión al remoler los vegetales en la
molleja. Las aves y los cocodrilos, hoy
utilizan el mismo sistema. Y ojos expertos, pueden encontrarlas en el pedrero.
Luego nos
dirigimos hacia Tereñes , cuya vista desde arriba ya te cautiva por lo
espectacular y diferente de la costa que estamos acostumbrados a ver.
Hay allí , 5 zonas para visitar y con su consabida mini
señalización, la primera está al lado de las escaleras y se trata de rastros difusos de dinosaurios
bípedos, que se llamaban terópodos.
Estos se carazterizaron por tener una dieta canívora. Fueron los cazadores terrestres dominantes
hasta que se extinguieron . Tenían diferentes formas, los había pequeños de
menos de un metro y los había gigantescos de más de 14 metros. Imaginaros qué
miedo darte de bruces con uno de ellos ¿eh?
La segunda,
entre la escalera y la zona 1 hay otro estrato de arenisca grisácea, y aquí se
aprecian huellas de ornitópodos y terópodos.
Los ornitópodos tenían pies con tres dedos
parecidos a los de las aves. Eran
herbívoros. Su mayor ventaja evolutiva, fue el desarrollo progresivo de los
aparatos masticadores más complejos que han existido en reptiles .
La zona 3
se encuentra hacia el oeste de la escalera a unos 90 metros de la misma, hay
que rebasar un pequeño entrante de mar . También de arenisca gris y que a veces
está cubierto de algas verdes . Aquí hay un rastro de saurópodo .
La zona 4
está entre la 3 y el Peñón del Forno , que es un pequeño saliente del
acantilado muy cercano. Dicen que aquí
hay la mano de un saurópodo y huellas de terópodos, pero están muy erosionadas
y resulta muy difícil verlas.
Y para ir a
la zona 5 es necesario rodear el Peñón, para lo cual es necesario la marea baja
y caminar unos 15º metros justo donde aparece un bloque de arenisca roja oscura
, con 17 contramoldes de icnitas tridáctilas.
#icnitas son cada
huella producto de la pisada de un vertebrado.. En zonas pantanosas o húmedas,
las pisadas de grandes dinosaurios, quedaron marcadas y el paso del tiempo, la
desecación y los sedimientos hicieron el resto.
VEGA
En la
playa, y hacia el oeste se ve una forma especial de roca en lámina. Parece que estuviéramos contemplando un mural
de Tapies.
Estas formaciones se hicieron durante el
Jurásico Superior, cuando los ríos tenían muchos meandros y existían muchas
lagunas, pobladas por dinosaurios que dejaron aquí sus huellas, huesos y
también fósiles de plantas. Y no es
difícil encontrar en las rocas, antiguos pobladores de esta época, crustáceos,
huesos de peces, belemnites, ammonites……
Y también en la Playa de Vega, se puede ver la huella de un ornitópodo, muy bien.
Tiene la playa de Vega un sistema dunar , que
está protegido porque crecen en él ciertas plantas y flores, especiales y únicas.
Ana
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