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martes, 23 de junio de 2015

El Conventin

Iglesia de San Salvador de Valdedios. Foto de Miguel Bueno

Unido a los recuerdos de mi infancia, cuando desde Oviedo íbamos a la playa de Rodiles en Villaviciosa, está el conjunto  de San Salvador de Valdedios (El Conventín)
Mi padre, que no era  una persona muy instruida en cuanto a su nivel académico, pero sí muy ilustrada por sus conocimientos generales siempre nos hablaba de este sitio, nos decía mirar por ahí se va a…. y cuando un día le dije vamos a verlo? solo pudimos ver el exterior, aun así me quedó grabado, germinando en mi cabeza, como tantas otras cosas que no sabes que  sabes pero que sí, que te salen, que están ahí en tu subconsciente.

Decía mi padre que el valle donde se asentaba era de los más impresionantes de Asturias, que su nombre venia de “valle de Dios” «Valle tan vistoso, ameno y apacible, que parece que en él ha echado Dios su bendición. Sitio propio para quien trata con los moradores del Cielo, como son los padres del Císter, que residieron en aquella casa, desde el año de mil doscientos...» y que fue declarado Monumento Histórico-Artístico el 3 de junio de 1931, Patrimonio Histórico Español el de 16 de junio de 1985 y Patrimonio Mundial de la Humanidad por la UNESCO, inscrito con otros monumentos prerrománicos asturianos con el nombre de "Iglesias del Reino de Asturias", en 1985.
Mi padre me contó que se trata de uno de los monumentos asturianos que ha sido menos modificado a lo largo de la historia.
Valdedios, según dibujo de F.J Parcerisa en el Siglo XIX.

 El conjunto arquitectónico, de variados estilos, es el resultado de una incesante actividad onstructora durante los últimos once siglos. Desde el primer momento, el visitante ya distingue dos elementos bien diferenciados,  que en síntesis podrían definirse así:

1. Lo pequeño. La minúscula —aunque grandiosa— iglesia de San Salvador, joya inestimable del arte prerrománico asturiano.

2. El gran conjunto monástico de Santa María, único de los tres monasterios cistercienses en Asturias que mantiene intacta su estructura (Belmonte, ya desaparecido, y Villanueva de Oscos, en gran parte en estado ruinoso, son los otros dos).

Ha sido sometido a algunas campañas de limpieza y restauración a lo largo del siglo XX y están previstas nuevas actuaciones para eliminar humedades y realizar diversos estudios arqueológicos en su entorno.

Se alza en el valle de Valdediós, en el término municipal de Villaviciosa, junto al Monasterio de Santa María de Valdediós. Es un monumento representativo del prerrománico postramirense que anuncia ya el estilo románico. Su construcción se atribuye de ordinario al rey Alfonso III, pero puede ser que a este monarca sólo se debiera la galería porticada adosada al templo y algunos detalles ornamentales. De lo que no cabe duda es de que la fecha de la consagración del templo corresponde a su reinado y que quedó grabado en una lápida de mármol  «SUB ERA DCCCCXXX», esto es, en el año 930 de la era augusta, equivalente al año 892 de nuestra era cristiana y de la solemnidad del acto da prueba el hecho de que asistieran, según esa misma inscripción lapidaria, los obispos Rosendo I de Mondoñedo, Nausto de Coimbra, Sisenando de Iria, Ranulfo de Astorga, Argimiro de Lamego, Recaredo de Lugo y Eleca de Zaragoza.

El trazado de la planta responde al esquema basilical de tres naves, rematadas en sus cabeceras por  capillas absidiales rectangulares. No posee transepto, aunque lo parece. A los pies de la nave central se dispone un vestíbulo (nártex) al que se han adosado dos estancias s laterales. Sobre el conjunto hay una especie de tribuna a la que se accede por una escalera interior. Adosada  en el muro sur de la iglesia se construyó más tarde un pórtico estilo románico proliferar. A través de él se accede al interior del templo por su puerta meridional.
Las tres naves se cubren con bóvedas de cañón con contrafuertes. El pórtico lateral también posee bóveda de cañón, pero reforzada por arcos fajones. Los ábsides son  abovedados y de  altura inferior a la de la nave respectiva.
Portico de la fachada principal

Desde el exterior la imagen del conjunto es, una nave central sobresaliente en altura sobre las demás, los contrafuertes muy marcados en el muro norte, una espadaña que termina en una almena y el pórtico lateral, con arco de medio punto. Una gran cantidad de ventanales de muy variada factura dan una gran luminosidad al conjunto.
Los primeros monjes habrían llegado a Valdediós desde el monasterio gallego de Sobrado, en la provincia de la Coruña.
Diecinueve años después, el rey otorga a Valdediós su coto mediante un privilegio extendido en la villa de Avilés en el que se delimita, mediante concretas alusiones geográficas, un territorio de unos 7 km2 sobre el que el cenobio tenía pleno control

Es a partir del año 1.218 cuando se emprende la construcción del Monasterio de Santa María de Valdediós siendo abad Juan IV ,no habiendo referencias sobre la finalización de las obras, la más aceptable es la del año 1.225 Trece años más tarde un fatídico incendio causó la pérdida de buena parte de los documentos del archivo. Con posterioridad, un nuevo incendio afectó al lugar en el año 1.344 .En el año 1.515 la comunidad de Santa María de Valdediós se une a la congregación de Valladolid. Siete años más tarde, tras una terrible inundación, el conjunto medieval queda seriamente dañado y solamente el templo resiste la fuerza de las aguas. Tal circunstancia obliga a emprender importantes labores de reconstrucción durante la época moderna
En  de agosto de 1691, una nueva inundación vuelve a causar desperfectos. Esta  fecha ha quedado grabada para la historia sobre uno de los pilares del lado de la epístola  donde se observa la altura que llegó a alcanzar el agua
El 21 de noviembre de 1.843 el cenobio salió a subasta junto con los huertos delimitados por la tapia conventual y el 12 de diciembre de ese mismo año todo ello fue adquirido por D. Manuel Zoreda de Oviedo que pagó por esa operación  891.300 reales. Finalmente, el inmueble quedó en manos del Estado español.
En el año 1.862, el conjunto pasó a pertenecer al arzobispado de Oviedo estableciéndose en el recinto el seminario menor de la Diócesis. Quince años más tarde, en 1.877, se estableció un colegio de segunda enseñanza. En el año 1.923 el lugar se destinó a los cursos de latín y filosofía del Seminario diocesano.
Durante la guerra civil el conjunto fue utilizado como centro psiquiátrico y vivió una de sus historias más crueles, el fusilamiento de buena parte del personal que asistía a los dementes. Finalizada la guerra civil recuperó de nuevo las funciones de seminario hasta que en año 1.951, al trasladarse éste a Covadonga, el conjunto monumental queda nuevamente abandonado.
En el año 1.986 se acometió el Plan de Restauración Integral por parte de la Consejería de Cultura del Principado de Asturias , junto con el INEM a través de la Escuela Taller de Valdediós y con  el anteproyecto  de los arquitectos García Pola Marqués y Palacios se fue  desarrollando en fases sucesivas.
En el año 1.992 se restableció la vida monástica con una comunidad de Monjes Cistercienses y  el recinto volvió a recuperar su sentido original. Diecisiete años más tarde, dicha comunidad cisterciense fue disuelta y, a finales del mes de febrero de 2009, los Hermanos de la Congregación San Juan tomaron el relevo.
Basandome en las cosas que mi padre me contó, investigando, copiando  y recuperada la idea gracias a una foto de nuestro amigo Miguel Bueno, que gentilmente me ha dejado utilizar, os recomiendo una visita a  “El Valle de Dios” para visitar  “El Conventin”, no os arrepentiréis.
M.Lucía



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